Capítulo 25

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Me acerqué al regalo y lo tome en mis manos, constaba de una caja mediana y arriba tenía un ramo de rosas. Sobre estas tenía una carta.

Sta. Madison Cooper

Tome en mis manos las flores con la carta, tenía una hermosa caligrafía que no reconocía.

—¿Quien te la envío?— preguntó Logan tratando de no parecer interesado.

—No lo sé— respondí observando las hermosas rosas.

Tome la caja con mi brazo libre y empecé a dirigirme a las escaleras.

—¿A donde vas?— volvió a preguntar.

—A mi habitación— respondí tranquila —Existe algo que se llama privacidad y es lo que quiero ahora— él me miro con molestia pero no me detuvo.

Subí las escaleras y me dirigí a mi habitación. Al llegar dejé las cosas que cargaba en la cama y cerré la puerta con llave.

¿Que?

Dudaba que los chicos me dieran mi privacidad, más si hablamos de Logan.

Abrí la carta y comencé a leerla.

Maddie:

Gracias por hacernos pasar una hermosa noche. Disfrutamos mucho de tu compañía. Espero que puedas venir un fin de semana a Italia, mi hijo estaría encantado de acompañarte. Quedas formalmente invitada, cuando puedas me gustaría que lo hicieras. Espero te gusten las flores y el regalo que elegí especialmente para ti.

Con amor Joselyn y Marcus Deep.

Sonreí y guarde la carta. Que hermoso que se haya acordado de mí y me invite a su hogar.

Abrí la caja y me llevé una enorme sorpresa, había chocolates y una pequeña caja de terciopelo roja. La abrí con cuidado y casi me caigo de culo. Era un hermoso collar con pequeños detalles de piedras azules.

Era extremadamente hermoso.

No podía aceptar eso, los chocolates si pero eso no.

Agarre la pequeña caja y salí de mi habitación literalmente corriendo. Baje las escaleras saltandolas de dos en dos, si algo infantil.

—¿Ya sabes quién te lo envío?— apareció Noah desde la cocina.

—Deep— grite saliendo de la residencia.

Mientras corría hacia la fraternidad de Thomas me di cuenta que estaba en pijama aún.

Mierda.

No puedo ser tan descuidada. Y lo peor es que estaba haciendo muchísimo frío, seguramente tendría un hermoso resfrío mañana pero eso no era lo importante.

Seguí en mi camino hasta que choque con alguien y gracias a los dioses no caí al suelo.

—Lo siento, lo siento, lo siento— se disculpó.

—No hay problema Tomy, yo fui la descuidada— me disculpe —Me gustaría quedarme pero tengo que buscar a...

Me di un golpe mentalmente.

—¿A quien, Mad?— preguntó interesado.

—A ti— dije un poco avergonzada por lo idiota que parecía. Él largo una carcajada y me miro divertido.

Nadie Se Mete Con La NerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora