Estábamos preparando un postre con la señora Tania, eran unos buñuelos que vimos en internet y decidimos intentar.
Nos faltaba poco para terminar, pero una pequeña rata se encargaba de robarnos todo.
—Patrick deja eso— lo regañe.
—Siempre es lo mismo con él— empezó su madre —Me saca todas las cosas y para cuando termino ya no hay nada.
—Esta vez no será así— tome la bandeja y se la aparte pero en un descuido me la robo completa y salió corriendo.
—¡Oye! Te voy a matar— Me queje y salí detrás de él.
—Se matan después de la merienda— grito la señora pero ninguno le hizo caso y seguimos corriendo.
—A que no me atrapas, tortuga— se reía de mí.
—Ya verás— lo perdí de vista en el primer piso culpa de las escaleras.
Soy muy floja para subirlas sin cansarme.
Mierda.
El pasillo estaba despejado y todas las puertas de las habitaciones cerradas.
Camine despacio esperando escuchar un minino ruido pero nada ocurría.
—¿Hola?— escuche que pregunto.
Aquí te encontré maldito. Abrí la puerta rápidamente.
—Ven aquí sabandija, no te escaparas más— tenía el celular en el oído y me miraba riéndose.
El muy estúpido dejo caer el artefacto y salió corriendo con los buñuelos.
—Idiota, dejaste tu celular sin colgar— grite mientras lo levantaba del suelo —¿Hola?— pregunte divertida.
—¿Madison?— esa maldita voz, mi rostro se desfiguro de un momento a otro. Sin saber que hacer o decir colgué la llamada. Era él, reconocería su voz sin problema alguno. Patrick estaba hablando con Logan y ni cuenta se dio, o eso quiero pensar. Él sabe lo mucho que me afecta esté tema, no lo haría a propósito.
En todo este tiempo Mitchell se volvió más que un amigo, era mi hermano. Me entendía a la perfección y sabia como hacerme sonreír pero no era el típico mejor amigo que te trata bien y te dice cosas lindas para luego terminar enamorados, este me trataba como un amigo más, aunque yo sabía que me elegiría antes que cualquiera, me discutía y teníamos peleas campales, me insultaba y jugábamos como niños. De verdad era mi amigo.
Me había escuchado en todo lo que tenía que decir respecto a Logan, entendía mi dolor. Y aunque sabía que eran amigos él me era sincero con los consejos.
Y creo que tenía razón, quizás Morgan si me quería pero no era de la manera que yo esperaba, y también tenía razón cuando dijo que nadie me iba a querer de la manera que yo esperaba porque eso solo pasa en los libros. Cada persona tiene una forma distinta de querer y si sigo esperando me quedare sola con el corazón roto.
—¿Qué haces ahí?— estaba sentada en el piso llorando.
—Estoy extrañando a un idiota que no supo cómo despedirse, debo ser estúpida— sonreí un poco.
—¿Por qué lloras tonta? Te ves más fea de lo que eres— y ese, era mi mejor amigo.
—Cállate tonto, esto es tu culpa— me miro confundido y levante su celular.
—Oh cierto, alguien me estaba llamando— me lo quito de las manos —¿Quién era?
—Logan— dije sorbiendo mi nariz.
Patrick se quedó helado un momento, estaba segura que no se había dado cuenta. Se sentó frente mío mirándome culpable.
—Lo siento, fue mi culpa que hablaras con él, no debí tirar el celular— se disculpó.
—Descuida, yo no debí atender.
—¿Qué fue lo que te dijo?— pregunto preocupado.
—Nada, solo menciono mi nombre y colgué, no sabía que decirle— él me abrazo.
—No sé si fue lo correcto, pero respeto que quieras tu espacio y decidas no hablarle— me sonrió —pero deberías considerar darle una oportunidad para explicarte.
—No quiero hacer eso, me cuesta demasiado.
—¿Por qué?
—Porque creo que lo amo— llore —creo que si me enamore de él.
—Pero eso no es malo.
—No lo sé— esquive su mirada.
—Puedes hablarlo conmigo.
Lo pensé un momento y suspiré.
—No es la primera vez que lo digo, pero creo que me enamore— respire hondo y seguí —Siento esas mariposas cuando lo veo, me pongo nerviosa cuando le hablo aunque intento ocultarlo, pienso todo el tiempo en él y me emociono cuando lo veo sonreír…
—Pero…— levante mi mano.
—No me interrumpas— él asistió con la cabeza —Y como ya dije, no es la primera vez que digo que me enamoro pues ya he sentido esas cosas con otra persona. Y ese es el problema ¿Cómo puedo saber que lo que siento es eso? ¿Qué es enamorarse?— le pregunte con lágrimas en mis ojos.
—En internet dice que es sentir maripositas en el estómago cuando lo ves y sonrojarte cuando te mira, etc.— respondió sonriendo —Todo lo que a ti te pasa.
—Pero yo he sentido eso con más de una persona— me miro confundido.
—¿Quién?
—No lo conoces, fue hace mucho, cuando aún vivía aquí, es una historia larga y complicada.
—Cuando estés lista me lo dices pero ahora me respondes una cosa.
—¿Cuál?
—¿Por qué te da miedo intentarlo con Logan?— Sabía que tarde o temprano preguntaría eso.
—Pat, más de una vez he llegado a sentirme sola, en una oscura y terrible sombra de soledad— respondí despacio.
—¿Por qué?— parecía confundido con mi respuesta.
—Porque me han fallado tantas veces que ya no confió en nadie, porque me han rechazado tantas veces que no tengo el valor suficiente para decir lo que siento, porque me engañaron tantas veces que ya no cuento nada para que no me traicionen— mi voz sonaba cada vez más quebrada —Porque me han humillado tanto que no tengo confianza en mí misma.
—Mad…— lo interrumpí.
—Yo solo puedo esperar a que alguien venga y me saque de aquí, que me enseñe el lado bueno de vivir, de la amistad... del amor. Que me explique el lado bueno de la confianza y de todo. Pero mientras tanto tengo que estar en la sombra viendo lo malo de todo, es así y siempre lo será.
—No puedo prometerte que cumpliré todo eso, pero estaré siempre para ti y no te dejare más.
—Y yo creo en ti, Patrick— sonreí con lágrimas en los ojos.
—Ven aquí— abrió sus brazos y yo lo abrace.
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Nadie Se Mete Con La Nerd
Teen FictionMadison Cooper es una chica muy inteligente de 17 años. Ingresa a Stanford y por una decisión de su padre termina por inscribirse en Zeta Phi Beta. Donde están los chicos más guapos, divertidos y mujeriegos. Sin mencionar que son los mas populares d...