Quizás sólo se me hace a mi.
O quizás no.
Ugh, nunca llegaremos a nada así.
Les cuento, hace unos minutos empecé una pelea con mi cabeza sobre si estoy llamando mucho la atención o no. Yo creo que es imaginación pero no coincidimos.
¿Y si es por el pelo? Decidí no quitarme el color porque al final a todos les gustaba.
—Hola Mad— me saludo James. Siempre me saluda de esa manera así que ya se me hizo costumbre.
—Hola chicos— saludé a mi amigo que venía junto a Jack
—¿Que tal todo?— pregunto Matt acercándose a nosotros.
Me encogí de hombros en respuesta, las cosas iban bien, tampoco me podía quejar.
—¿Saben donde están los demás?— pregunto Jack —No los he visto.
Negué con mi cabeza.
—Será mejor que los busquemos— opine y los tres me dieron la razón.
Nos fuimos caminando mientras conversabamos cosas triviales. Reíamos e ignorabamos las miradas de las personas.
—Ahí están— los señaló Jack —Vamos.
Estaba Logan y Patrick mirando muy concentrados a un lugar que no me tomé el tiempo de mirar, también estaba la bruja con ellos.
Nos acercamos —¿Que hacen?— pregunté algo divertida.
—¿Ustedes también?— pregunto Noah llegando con los demás chicos.
Que raro, estamos todos juntos en un lugar que no es la fraternidad o la cafetería.
—¿A que se refieren?— pregunté confundida.
—A eso— Logan señaló enojado. Lo mire muy confundida y seguí su indicación que sorpresivamente marcaba donde estaba mi auto y...
No te puedo creer...
Ese es...
Dylan.
Lo veía y no lo creía.
Comencé a correr como si mi vida dependiera de eso dejando a todos sorprendidos. Mi hermano me vio y abrió las brazos para recibirme. Y así lo hizo, cuando llegué salte literalmente encima suyo envolviendo mis piernas al rededor de su cintura.
Dylan empezó a dar vueltas logrando que sonría de felicidad. Cuanto lo extrañaba. Me bajo y beso mi frente como siempre lo hace y volvió a abrazarme.
Estaría así siempre, es una de mis personas favoritas en el mundo.
—No sabes cuánto te extrañe— habló una vez que me soltó.
—Yo también, hermanito— sonreí ampliamente.
—Sopresa— dijo riendo.
—¡Tonto!— exclamé divertida —Debiste decirme y te hubiera ido a esperar.
—No te hagas problema— sonrió nervioso.
—¿Y tus cosas?— pregunté confundida.
—Este... Eso... Mmm...
—Dylan dime— lo mire sería.
—Mis maletas deben estar volando a Costa Rica— sonrió como si eso fuera normal —Hubo un mal entendido y sucedió— me di un golpe mentalmente —Mira el lado positivo, al menos conocerán un lindo lugar.
—¡Ay Dylan!— toque el puente de mi nariz —No tienes remedio.
—Eso no importa— se encogió de hombros —Tengo ganas de helado.
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Nadie Se Mete Con La Nerd
Подростковая литератураMadison Cooper es una chica muy inteligente de 17 años. Ingresa a Stanford y por una decisión de su padre termina por inscribirse en Zeta Phi Beta. Donde están los chicos más guapos, divertidos y mujeriegos. Sin mencionar que son los mas populares d...