Capítulo 48

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No quiero regresar, me quiero quedar aquí. Si, parezco una niña caprichosa pero no me importa. Todos estos días la pasé genial, fue el mes más lindo y odiaria irme.

—Nos veremos pronto— abracé a la señora Tania.

—Ven a visitarme, querida— me sonrió.

—Prometo venir.

—Yo también te voy a extrañar mamá— habló sarcástico Patrick.

—Mi niño celoso— abrazo a su hijo produciendo que ría —Cuidamelo Maddie y tu tambien te me cuidas.

—Por supuesto, yo cuido de él— le di un último abrazo y subimos al jet de Chloe.

Volveríamos juntos a Estados Unidos. Después de todo me aburriria si fuera sola, además no quería llegar y enfrentarme a los chicos sin un amigo.

—Vamos panquesito— lo mire divertida.

—Ni se te ocurra mencionar nada de eso frente a nadie— me amenazó.

—Descuida pastelito— comencé a reírme mientras observaba como mi amigo me insultaba por lo bajo —Cálmate, no le diré a nadie tus apodos hermosos.

—Recuerdame no presentale otra persona a mi mamá, solo me hace pasar vergüenza.

—No digas eso, Tania es un amor.

—Solo olvida todo.

—Claro caramelito— volví a reír con más fuerza.

—Agh, será un largo viaje— llevo sus dedos al puente de su nariz.

Que exagerado.

[...]

Aterrizamos ya caída la noche, me sentía muy cansada y creo que mi acompañante igual.

—¿Tienes hambre?— me pregunto llamando mi atención.

—Un poco pero solo quiero dormir— él asistió y siguió conduciendo mi auto.

Si, le preste ya que no tenía ganas de conducir yo.

—Llegamos— ambos bajamos del auto y sacamos nuestras maletas —¿Quieres que te ayude?

—Descuida, puedo sola— dije dirigiendome a la casa.

—Siempre tan orgullosa— rodó los ojos mientras sonreía —Las damas primero— habló abriendo la puerta.

—Pues ve tú— lo mire divertida.

—Solo entra— me miro mal y obedecí mientras me reía.

—Deberías tomarte mejor las cosas— dije mirandolo.

—¿Que cosas debería tomarse bien?— Logan llamó la atención de ambos saliendo del living.

—Nada— respondí fría.

—Hola hermano— Patrick le hizo el típico saludo de hombre.

Ese donde se agarran una mano y chocan el hombro. No se porque lo hacen, yo intenté y resultó que me dolió mi brazo por casi dos días, no debí hacerlo fuerte.

—¿Que tal el viaje?— pregunto con interés.

—Tranquilo— respondió con pocas ganas.

Empecé a subir las escaleras con dificultad, encima que estoy cansada tengo que cargar estas cosas.

—Deja, lo haré yo— se ofreció el egocéntrico, lo mire y seguí con mi asunto —Esta bien, hazlo tú sola.

Rodé los ojos, agh, no lo soportó.

Nadie Se Mete Con La NerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora