Nadie Se Mete Con La Nerd

Capítulo 26

Logan Pov's

Cerré la puerta despacio.

¿Que sentía?

¿Dolor? ¿Decepción? ¿Enojo?

Le confesé mis sentimientos sabiendo que sería un error hacerlo pero no controle mi boca.

Me senté en mi cama y me entró ganas de golpear algo.

Bienvenida friendzone.

Ni siquiera eso. No quiere ser ni mi amiga.

*Flashback*

—Que me gustas, Cooper— hablé con decisión.

Ella me miraba sorprendida pero no emitía palabra.

—Logan... yo...

—Dime que tu sientes lo mismo— dije casi suplicando.

Sabía que esto me causaría problemas pero correría el riesgo solo por ella.

Que estúpido sueno.

—Yo... lo siento— dijo bajando la cabeza —No siento lo mismo por ti, solo eres un conocido.

¿Escucharon ese ruido? Si, fue mi corazón romperse en mil pedazos.

—Entiendo— fue más como un susurro.

—De verdad lo lamento— se disculpó —Pero ni siquiera somos amigos, tenemos nuestras diferencias y siempre se notan mucho.

Asentí cabizbajo y me fui a mi habitación.

*Fin flashback*

Me siento tan idiota por haber hecho el ridículo frente a ella.

Idiota. Idiota. Idiota.

No me cansaré de decirlo, nunca imaginé que alguien llegará a rechazarme. Cualquiera aceptaría.

Cualquiera menos ella.

¿Por que? Soy él más popular de esta universidad, posiblemente el más lindo. ¿Que más necesita?

¿Por que lo elije a ese? ¿Que tiene él que no tenga yo?

Me paré y golpie la pared de mi habitación, tenía demasiada impotencia.

—¿Que carajos haces?— Patrick entró sin permiso a mi habitación.

—Puedes entrar— hablé sarcástico.

—No es momento para sarcasmo— lo mire mal —Dime lo que sucedió para que te enojaras de esta forma, soy tu mejor amigo, sabes que puedes confiarme lo que sea.

Tenía razón, él era mi hermano, no podía ocultarle esto y menos ahora que me quemaba por dentro.

—Madison...

—¿Al fin lo aceptaste?— me interrumpió dejándome confundido.

—¿A que te refieres?

—A si al fin aceptaste que esa chica te trae loco— hablaba seriamente.

—¿Co-como...

—Te conozco como si yo mismo te di a luz, como te comportas con ella, tus molestias cuando está con alguien, esa manía de protegerla— lo mire sorprendido —Si, te ví cuando entraste a su habitación esa vez que se fue llorando.

Mierda.

Esa noche que le hicieron la broma ella se fue llorando y cuando quise ver si estaba bien la encontré dormida en el suelo, quite sus sábanas y puse nuevas y la recosté en su cama.