¿Pareja Perfecta? ~Kaisoo~

02

—Hey niñato, detente ahí— Dice logrando que kyungsoo girara en su lugar y lo mirara sorprendido al darse cuenta que era el.

— ¿Yo? — Pregunta.

—Claro quien más. Dice Baekhyun rodando sus ojos y acercándose unos pasos al chico unos centímetros mas bajo que el.

Te he visto como me miras a mi novio niñato y no me gusta. Es mi novio y tu eres solo un estúpido nerd en el cual el nunca se fijaría — dice Baekhyun con superioridad.

Kyungsoo aprieta sus puños, esta dispuesto a defenderse, pero Baekhyun siguió su camino alejándose de un dolido y enojado kyungsoo.

Kyungsoo aferra sus labios a su pecho y sale de la preparatoria y lo primero que ven sus grandes ojos es Baekhyun haciéndole pucheros a Jongin y luego de eso muchos besos.

Y Kyungsoo decide no seguir mirando.

— Amor ¿ya te vas? — pregunta Kyungsoo bajando las escaleras lentamente ya que un dolor en su parte baja le molestaba.

— Si ya me voy precioso ¿Te duele mucho? — preguntó el alto con un tono preocupado subiendo unos cuantos escalones hasta estar a su altura. Lo tomo entre sus brazos como una princesa haciéndolo reír y bajo con él en sus brazos, dejándolo sentado en uno de los sofás — El desayuno está listo, solo debes comer y lo siento por no desayunar contigo.

— No te preocupes Jongin, pero ¿vamos a almorzar afuera? — pregunta el bajito haciendo un adorable puchero.

— Claro que sí— Jongin besa sus labios tiernamente — nos vamos más rato, te amo.

— Te amo.

Se separó con una sonrisa para luego salir de casa. Kyungsoo suspiro sintiéndose un poco triste, hace unos segundos se había ido Jongin y ya lo extrañaba.

Se levante del sofá y camina hacia la cocina para disfrutar del delicioso desayuno que había preparado su esposo, para él.

Después de eso no tenía mucho que hacer, así que solo decidió darse un refrescante baño para relajar su cuerpo y luego iría al parque cerca de casa a tomar unas fotos. Había estudiado fotografía, algo que le apasiona, pero todavía no se animaba a exponer ninguna de estas. Tal vez por miedo al fracaso.

Arreglo su camisa sencilla de un color celeste, mientras se miraba en el espejo, agarro su cámara y celular junto a la billetera, para después salir de casa. El día estaba siendo perfecto, justamente hoy iniciaba la primavera. 21 de marzo ideal para plasmar en lindas fotos.

Kyungsoo saludo al chofer, que se acerca preguntando si necesitaría sus servicios, lo cual niega de inmediato.

—Prefiero caminar, pero gracias señor lee.

—Como usted quiera joven — dice volviendo su camino.

Salió de casa y camino tranquilo por las calles mientras tomaba una que otra foto, hasta llegar a la plaza. Se sentó en una banca admirando las flores que se apreciaban desde su lugar, algunas moradas, otras blancas y otras rosadas.

Fotos tras foto tomaba y pronto ya tenía más de cincuenta.

Kyungsoo verifico la hora cuando ya quedaba poco para el medio día y con una sonrisa marco el número de Jongin. Pero no tuvo respuesta, intenta una segunda vez pero estaba vez solo dejo en buzón de voz y una mala sensación en su pecho apareció.

No pudo evitar recordar el día de ayer cuando comíamos pizza y lo nervioso que se había puesto con las preguntas y luego hoy que estaba nervioso y prácticamente salió volando de casa. Aunque claro podría ser sobre el nuevo hotel. Y eso ya era bastante presión.

Se levanta del lugar y guarda la cámara en su funda, iría a la oficina a buscarlo, además no tenía nada más que hacer.

Camina por toda la plaza tomando unas últimas fotos hasta llegar a la parada y tuvo suerte que paso un taxi a los pocos segundos. Se subió de inmediato diciendo a donde debía llevarlo: — A la empresa Kim por favor— dijo con una sonrisa y el chofer asintió.

Kyungsoo intento llamar de nuevo a su esposo, pero nada. De seguro estaba en una junta, por lo que decide dejar de intentar.

Unos minutos después se estaba bajando del taxi no sin antes haber pagado. Entra al edificio y el guardia saluda amable a lo que responde de igual manera. Luego de eso todos comenzaron a saludar, llegue al ascensor y presione el último piso.

Las puertas se abrieron y salí siguiendo con saludos cordiales.

— Amber—. Llegó hasta la secretaria de mi esposo.

— Kyungsoo. Que agradable sorpresa...Me imagino que buscas a Jongin ¿No? — Sonríe.

— Si, ¿Está en su oficina? — Pregunta.

— Si esta con tu suegra. — guiño y Kyungsoo soltó una risa.

—Entonces iré.

Se despide de Amber y camine a la oficina de Jongin la última del pasillo. Toque dos veces cuando su voz se escuchó diciendo que pase.

— Hola — Dijo Kyungsoo al entrar sonriendo, pero su sonrisa se borró al instante al sentir el pesado ambiente entre su esposo y suegra. — ¿A pasado algo?

— Amor ¿Qué haces aquí? — pregunto Jongin levantándose de su lugar y caminando hasta Kyungsoo y darle un pequeño beso en la frente —. Te iba a pasar a buscar a la casa.

— Estaba aburrido así que, quise venir.

— A mí no saludaras Kyunggie —. Dice la madre de Jongin con una sonrisa.

— Claro que si madre —dijo y camina a su lado para abrazarla —. Lo siento que pregunté ¿Pero interrumpí algo?

— Para nada cariño, con mi hijo discutíamos unas cosas sobre el nuevo proyecto y por algunos de sus socios. — Dice Minha.

— ¿Hay algún problema con los socios?

—Ningún problema...Ya ha quedado todo claro—dijo esta vez Jongin.

Kyungsoo asintió con su cabeza cuando Minha tomo su bolsa.

— Yo ya me voy cariño, quede de almorzar con tu hermano.

— Esta bien mamá, le mandas saludos de mi parte y de Kyungsoo.

—Lo haré, adiós cariño. — Se despidió y salió de la oficina dejándonos a solas.

— Te llame y no me contestabas. — menciono Kyungsoo.

— Lo siento estaba en una junta y tuve que apagarlo.

Jongin paso sus brazos por la cintura pequeña del bajito y lo apego a su cuerpo.

— Lo supuse — Kyungsoo sonrió y colocándose de puntitas beso los labios del moreno.

— ¿Vamos a almorzar? — Pregunta luego de separarse por falta de aire.

— Vamos amor.

Caminan tomados de la mano hacia la salida del edificio, pero una sensación extraña recorre por la espalda del bajito, como si un par de ojos lo estuvieran mirando o acuchillando. Gira su cabeza mirando hacia atrás pero no había nadie, solo un chico de espalda hablando con una señorita.

—¿Pasa algo amor? — Pregunta Jongin.

—No, no pasa nada...Tonterías mías — Sonrió volviendo mi vista a los lindos ojos de Jongin y le sonrió.