Caminó por el espacioso salón que contaba con un televisor de pantalla plana en la pared, así como un sofá de cuero negro, estanterías llenas de CD's en cada lado y una mesa pequeña de cristal en el centro, Kyuhyun encendió el cigarrillo que sostenía entre sus dientes.
Inhalando profundamente y dejando escapar el humo, zafó su reloj de plata Rolex y lo colocó sobre la mesa, antes de hundirse en el sofá, agotado.
Mientras miraba hacia el techo despreocupado, tiró de su corbata para aflojarla con una mano, recordó la conversación que tuvo hace unas horas con su nuevo psiquiatra.
—La depresión podría matarte, Kyuhyun —le había dicho el psiquiatra. Como si Kyuhyun no lo supiera. —Y no estás respondiendo muy bien.
El doctor Lee era solo un par de años mayor que Kyuhyun, pero al parecer él tenía un doctorado en salud mentaly toda esa mierda académica. Él era el psiquiatra que su compañero había recomendado, hoy había sido la primera cita.
El médico no tenía que recordarle a Kyuhyun que era un adicto al trabajo, además de una persona clínicamente deprimida. Porque ya lo sabía. Bueno, los dos cortes en sus muñecas y el frasco medio vacío de pastillas para dormir en su cajón decía bastante de la historia. Incluso un niño de cinco años podría dar un diagnóstico tan sencillo. El médico no tuvo que aconsejarle también que debía tomárselo con calma. Porque ya lo sabía. No necesitaba que alguien le informara que su vida era una existencia vacía que trataba de llenar con trabajo.
Siendo el único hijo del presidente de SJ Ltd, una de las compañías financieras más grandes e influyentes de la nación, él debía jugar al hijo perfecto porque otras personas siempre tenían las más altas expectativas sobre él.
En resumen, durante las dos horas que duró la cita, el psiquiatra había hablado sobre lo que Kyuhyun ya sabía, mientras él simplemente escuchaba, dando un resoplido ocasional o un leve rechazo con la cabeza. Sin embargo, esa actitud de respuestas simples, no complació al psiquiatra.
—Eres difícil, Kyuhyun—. Dijo, quitándose los gruesos anteojos con un suspiro—Y para su agrado, o no, el único hecho que Kyuhyun podría decir apreció durante la sesión sería que su nuevo psiquiatra tenía un par de ojos preciosos, hipnotizantes.
—Pero no estoy diciendo que sea culpa tuya— Dijo el doctor con una dulce sonrisa que por alguna razón forzaba una sonrisa cínica en los labios de Kyuhyun
—No eres tú quien se está torturando. Es todo lo que te rodea, ese es el problema.
—Y tú eres parte de ese todo, ¿sabes?— ante esas palabras de Kyuhyun, el doctor sólo sonrió más.
—Bueno, también estoy aquí para ayudarte— dijo el médico.
—Sabelotodo —Murmuró Kyuhyun en la silenciosa sala de estar, con el brazo sobre la frente y rodeado por el humo de cigarrillo.
A pesar de las sonrisas y todas las sutilezas, la primera impresión de Kyuhyun sobre Lee Sungmin no era la mejor. Cualquier persona que intentara entrometerse en alguna parte de su vida personal era considerada como un adversario para él. Y es por eso que lo primero que haría mañana por la mañana sería despedir a su gracioso compañero. Si, Kyuhyun entró voluntariamente en la oficina del psiquiatra esa tarde, no importaba.
Pero tengo que admitir que era un poco lindo para ser psiquiatra. Pensó Kyuhyun, pero con rapidez borró el pensamiento.
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Mascarada {KyuMin/YeWook} [TRADUCCIÓN]
FanfictionCho Kyuhyun es un príncipe que lo tiene todo. Pero hay una cosa que él nunca podrá conseguir, aceptación. Está cansado, está disgustado, está harto de la pesadilla de la que no puede escapar, y su psiquiatra, Lee Sungmin, puede ser su única esperan...