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—No quiero ser quien te diga esto amigo, pero tus padres comienzan a sospechar de ti—.Heechul le advirtió por el teléfono, aunque con voz burlona. La llamada de Heechul fue predecible porque era la tercera vez en un corto período de tiempo que Kyuhyun se ausentaba en el trabajo.

Kyuhyun no respondió, sostenía su teléfono entre el hombro y la oreja mientras ayudaba a Sungmin a poner los huevos en el carrito.

El supermercado no estaba muy lleno esa mañana casi tenían la tienda para ellos dos solos.

—Me estoy quedando sin mentiras para cubrirte, compañero. Dije que estás enfermo, también dije que tenías una cita urgente. Para esta mañana, incluso he dicho que tenías una cita con Jessica, pero luego me di cuenta de que ella está en el extranjero en un viaje de negocios esta semana. Tus padres no van creer nada más a menos que se me ocurra algo realmente bueno y pronto.

—Entonces, ¿por qué no lo haces? —Kyuhyun sostuvo el teléfono en su mano otra vez, empujando el carro para seguir a Sungmin que ahora se dirigía hacia la sección de lácteos.

—Porque no tengo ni idea de qué estás haciendo. Estás tramando algo estos días, ¿verdad? ¿Me quieres decir qué es?

—Ya te lo dije, solo estoy siguiendo un consejo—. Kyuhyun respondió, tomando un cartón de yogur de limón que Sungmin le dio y lo puso en el carrito.

—¿Todavía estás con él?— Preguntó Heechul, refiriéndose al psiquiatra.

—Sí.

—Dios, sabía que mi plan funcionaría, pero no sabía que resultaría así de bien.

—¿Tu plan? —Kyuhyun suspiró ante la palabra.

—Sí, sí, sé que soy genial. Me lo puedes agradecer después.

Fue entonces cuando Sungmin tomó una bolsa de queso cheddar y se volvió hacia Kyuhyun.

—¿Qué crees que sería mejor? ¿Mozzarella o cheddar?

—Elije tú—. Kyuhyun se encogió de hombros, con el teléfono todavía en la mano.

—Uh, estoy pensando que Cheddar es demasiado pesado, tal vez podríamos llevar queso azul. O tal vez parmesano. O tal vez podríamos llevar de todos.

—Como gustes—. Respondió Kyuhyun, sin darse cuenta de que sonreía divertido cuando Sungmin finalmente decidió comprar cada tipo de queso.

Sungmin estaba bombardeando el carro con las bolsas de queso. Kyuhyun normalmente no prestaría atención pero soltó una risa por como el mayor realizaba las compras.

Bueno, aunque en primer lugar normalmente Kyuhyun no estaría en un supermercado. No es de extrañar que le entretuviera ver a alguien deambulando entre las filas y pilas de comida tan casualmente como si fuera su hogar.

—Por la Santa mierda—. Heechul, después de escuchar todo, soltó con asombro. —¿Eres tu riendo lo que estoy escuchando?

—¿Por qué es tan sorprendente? —dijo Kyuhyun en el teléfono.

—¡Estás actuando como un tortolito enamorado!

—No comiences con eso otra vez—. Kyuhyun de inmediato frunció el ceño ante el comentario, borrando rápido la sonrisa de su rostro.

—Sabes qué, tu psiquiatra y yo deberíamos tener una charla algún día. Tengo que saber qué tiene en él que Hiro y todos los otros tipos que te coquetearon no tenían.

—Si no cortas la mierda ahora, voy a colgar.

—Hombre, tienes mucho para actualizarme. Quiero decir, no pude ver nada interesante ay....

Kyuhyun colgó la llamada, sin esperar el final de la oración. Sungmin, que ahora estaba eligiendo entre la leche de soya o leche común miró hacia el menor.

—Eso fue bastante grosero—. Sungmin levantó una ceja hacia él.

—Se lo merecía—. Dijo Kyuhyun indiferente, luego señaló la leche común.

—Lleva la leche normal.

—¿Era tu amigo, el que me llamó ayer? —Sungmin preguntó, agarrando la leche de soja y colocándola en el carro, a pesar de que el otro fruncía el ceño.

—Sí, era él—. Kyuhyun respondió, decidiendo objetar nada por la elección del mayor. No era él quien iba a cocinar de todos modos.

—Deben ser cercanos...— Sonrió Sungmin caminando al lado de Kyuhyun y dirigiéndose con él hacia la sección de frutas. —Pareces cómodo con él.

—Lo hago lo mejor que puedo—. Dijo Kyuhyun.

Sungmin simplemente sonrió, entendiendo la indirecta de Kyuhyun para no enfrentar la verdad con respecto a su amigo. Cambió de tema inmediatamente con una exclamación al ver la estantería con frutas tropicales acomodadas para que los clientes las probaran.

—Oh, bananos—. Sungmin se asombró, tomó un pedazo de banana en rodajas con un palillo de dientes y lo acercó a la boca de Kyuhyun. —Toma.

—No quiero, gracias—. Kyuhyun estaba un poco nervioso por la abrupta oferta, y negó con la cabeza.—Vamos, no todos los días ves bananos en pleno invierto—. Insistió Sungmin, y Kyuhyun, después de suspirar pesadamente, levantó la mano para quitarle el palillo al mayor. Pero Sungmin se burló de él, movió el bocado ligeramente hacia la derecha en el momento en que Kyuhyun estaba a punto de agarrarlo. Luego se carcajeó de manera brillante ante la expresión desconcertada de Kyuhyun.

—¿A qué estás jugando? —Kyuhyun frunció el ceño.

—Abre la boca, te alimentaré—. Respondió Sungmin dulcemente.

—Tienes que estar bromeando—. Murmuró el más alto, como si Sungmin hubiera dicho algo completamente loco.

—No luzcas tan sorprendido—. Sungmin soltó una risita feliz como un niño de cinco años. —Es solo banano.

—De ninguna manera voy a hacer eso, déjalo—. Ordenó Kyuhyun.

—¿No te gustan los bananos? Pero son tan amarillos—. Sungmin se metió la fruta en la boca y tomó un arándano. —¿Qué tal esto? Es azul.

—Solo tomemos lo que necesitamos y vámonos—. El menor se negó de nuevo, pero Sungmin no se rendía tan rápido.

—Está tan rico que te arrepentirás de no haberlo probado—. Dijo Sungmin, agitando frente a los ojos de Kyuhyun el palillo con un arándano. —Vamos, ¿cuál es el problema?

—El problema es que es extraño—. Kyuhyun apartó la mano de Sungmin de su rostro.

—No, no es raro.

—Dos hombres que se alimentan en público, estoy seguro de que lo es.

—Bien, solo un bocado—. Sungmin persistió con una bonita sonrisa. —No te matará, ¿o sí? ¿A quién le importa lo que piensen los demás?

Kyuhyun exhaló un profundo suspiro.

Siendo honesto, esa sonrisa de niño y el brillo en los ojos de Sungmin eran difíciles de resistir. Más difícil que cualquier otra cosa.

Kyuhyun se mordió el labio inferior, sacudió la cabeza de nuevo con incredulidad, luego se dio por vencido y finalmente abrió la boca para aceptar la oferta. El arándano explotó dentro de su boca con un sabor dulce y sabroso.

—Está rico, ¿no?— Sungmin preguntó mientras veía a Kyuhyun masticar el fruto.

—Sí, no está mal—. Respondió Kyuhyun, tratando de sonar como si no le importara. —Date prisa y toma lo que necesites.

—Uh, creo que quiero los bananos en la ensalada, también podrían ir bien con los panqueques.

Sungmin puso los bananos, fresas y ciruelas en el carrito.

—Eso debería ser suficiente—. Concluyó con una cara satisfecha, tirando del carro lleno de comida hasta las cajas. —Tú pagas, por cierto.

Kyuhyun dejó escapar una risa desconcertada, luego respondió sarcásticamente, sacando su billetera.

—Sí, como digas.

Mascarada {KyuMin/YeWook} [TRADUCCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora