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—Vamos a llevar las cosas despacio, ¿está bien?— Sungmin puso su mejor sonrisa, Kyuhyun había llegado a la hora exacta a la una en punto. Ahora estaba sentado con las piernas cruzadas en una de las sillas frente al escritorio del doctor. Como era de esperar, no hubo respuesta.

—¿Quieres un poco de café?

La alta figura que era Kyuhyun simplemente sacudió la cabeza bruscamente.

Pero Sungmin no se rendiría tan fácil.

—Vamos a tomar algo. ¿Que tal té? Creo que también tenemos jugo de naranja.

Kyuhyun cerró los ojos con molestia, luego respondió con un suspiro. —No, gracias.

Al darse cuenta de la incomodidad, Sungmin decidió elegir una ruta diferente de conversación.

—Sabes, pensé esto la última vez nos vimos, pero realmente tienes una hermosa voz—. Sungmin dibujó una sonrisa.

Para sorpresa de Sungmin, hubo una respuesta. Kyuhyun no le dio las gracias por el cumplido, sino que lo miró con curiosidad por un momento muy corto, y luego sonrió de un modo que decía: Buen intento y se encogió de hombros.

Bueno, no era la respuesta que Sungmin quería, pero ahí estaba.

—Entonces. ¿Qué tal si empezamos con cómo te sientes hoy?— Preguntó Sungmin, Kyuhyun se movió en su silla. — ¿Puede hablarme de su día, Kyuhyun?

Ante eso, sobre todo la última palabra, Kyuhyun lanzó una mirada hacia Sungmin, lo miró durante un par de segundos, luego frunció los labios en una cínica burla.

—Doctor Lee—.  Dijo Kyuhyun en voz baja. —Le agradezco que intente ser accesible y amable para que hable sobre mi vida de mierda, pero para usted sería el señor Cho.

Sungmin se quedó inmóvil un momento ante la frialdad. Se mordió el labio inferior por la pérdida de palabras, pero sonrió. —Lo que mejor le parezca, señor Cho.

Sin mostrar un poco de irritación, Sungmin se levantó de su sillón, caminó alrededor de su escritorio para alcanzar la otra silla junto a la de Kyuhyun, en la que se sentó, de modo que estaba más cerca de él. Luego hizo un gesto hacia él.

— ¿Por qué no me cuenta su día ahora?

Ahora que Sungmin estaba a sólo unos centímetros de distancia de él, Kyuhyun lo miró con más intensidad, de arriba a abajo, también se hundió en sus ojos. Luego volvió a hablar.

—No veo por qué debo decir algo—. Kyuhyun estaba proponiendo un desafío. —Eres el médico. Sólo soy un paciente. Deberías encontrar una manera de curarme.

Me odia. Pensó Sungmin. Estaba otra vez en ese punto, como cuando se negó a dar un cigarrillo a Kangin en la primera sesión hace tres años, éste también odiaba a Sungmin por ser tan estricto.

En lugar de contestar, bueno, sólo estoy tratando de tener una charla con usted para que pueda ayudarlo, Sungmin decidió otra opción. Porque una respuesta ordinaria no funcionaría.

Se movió lento para quitarse su bata blanco, revelando un suave suéter marrón debajo. Tiró la bata de modo que estuviera tendida en el suelo sin cuidado, miró a Kyuhyun, quien, como su severa expresión indicaba no esperaba aquello.

—Ya no soy su médico. Ahora Sólo soy tu amigo.—Dijo Sungmin con ternura, reduciendo su voz a casi un susurro.

Kyuhyun sólo resopló, observó a Sungmin de nuevo, esta vez con cuidado y con más tiempo. A diferencia de antes, frunció el ceño ligeramente cuando se encontró con los ojos de Sungmin.

Mascarada {KyuMin/YeWook} [TRADUCCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora