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La habitación del hotel estaba llena de humo de cigarrillo.

Kangin ni siquiera podía contar cuántos había encendido esa noche.

Con uno entre sus dedos, estaba pensando profundamente.

Su nuevo amante, Leeteuk, lo miró desde el lado. Ambos estaban desnudos en la cama, Kangin sentado contra su almohada y Leeteuk todavía estaba bajo las sábanas.

—Sabes, deberías cortarlo un poco—. Sugirió Leeteuk, agitando el humo.

—¿Controlar el qué?— Kangin frunció el ceño.

—Estás fumando, ¿tu que crees?— Le dijo Leeteuk. —Fumaste un paquete entero en una hora.

—No fastidies—. Se quejó Kangin, dando una gran calada al cigarro como si no hubiera escuchado al otro.

—Cierto, sé de dónde viene esto—. Dijo Leeteuk en un tono frustrado, levantándose para también sentarse.

—¿A qué te refieres?

—Se trata de tu ex, ¿verdad?— Espetó Leeteuk. —Todavía piensas en él.

—¿Qué estás diciendo?, claro que no. —Kangin se rió entre dientes.

—No me salgas con esa mierda—. Leeteuk frunció el ceño con creciente ira. —No iba a decir esto, pero ¿te das cuenta de que todavía tienes fotos suyas en tu teléfono?

—¿Revisaste mi teléfono?— Preguntó Kangin, claramente molesto. —¿Qué demonios pasó con eso de mantener la privacidad de cada uno?

—Tu teléfono no es tan privado si lo dejas en todas partes—. Leeteuk señaló, igualmente molesto. Luego continuó. —No has respondido a mi pregunta.

—¡Dioses! —Kangin suspiró. —Está bien, no sabía que todavía tenía sus fotos en mi teléfono. Las tengo hace años y me olvidé que las tenía. ¿Feliz?

—Dijiste que habías terminado con él. —Leeteuk recordó.

—Lo hice—. Kangin apretó los dientes.

—Entonces, ¿por qué es tan difícil para ti olvidarle? —Leeteuk levantó la voz, mirando a su amante. —Y no estoy hablando solo de la foto. Todavía tienes todos los registros de llamadas y mensajes de texto con él en tu teléfono y aún no has tirado esa maldita lámpara que le compraste.

—La compré un día antes de que terminara con él, y ahora no puedo obtener un reembolso. ¿Qué diablos quieres que haga con ella?— Kangin respondió con furia.

—No lo sé, simplemente deshazte de esa cosa. —Le dijo Leeteuk. —No me importa si es nueva. Si realmente lo necesitas, envíasela o dásela a alguien más. Lo que sea, solo sácala de mi vista.

—¿Por qué estás siendo tan sensible con esto?— Kangin habló con voz cansada. —Te lo dije, estoy contigo ahora.

—Bueno, no estás haciendo mucho para probarlo—. Leeteuk resopló. —Puedo decir con solo mirar tu rostro que todavía piensas en él.

Kangin tiró su cigarrillo y se frotó el cabello con frustración.

—Está bien, admito que no es fácil olvidarse de él por completo—. Soltó. —¿Cómo te sentirías si dejaras a la persona que te salvó el culo hace tres años?

—¿Así que te arrepientes?— Leeteuk casi gritó, incrédulo. —¿De haber roto con él?

—Solo digo que sería insensible hacer como si nada hubiera pasado—. Kangin explicó. —Quiero decir que es natural sentir al menos un poco de pena. ¿Por qué no puedes entender eso?

Mascarada {KyuMin/YeWook} [TRADUCCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora