Mascarada {KyuMin/YeWook} [TRADUCCIÓN]

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Como era de esperar, el presidente no estaba nada contento de ver a Sungmin.

Sin embargo, mantuvo su apariencia frívola y logró no estallar.

Le ofreció asiento a Sungmin, luego le pidió a su asistente café.

—Ahora—, comenzó el presidente mientras se sentaba frente a Sungmin y Kyuhyun. —Doctor Lee. ¿Cierto?

—Sí—. Sungmin mostró su brillante sonrisa.

—Supongo que tiene algo muy importante que decirme. De lo contrario, no habría irrumpido en mi oficina de esta manera sin una cita—, dijo el Presidente con sarcasmo y hostilidad.

—Sí, tengo algo importante que decirle—. Comenzó Sungmin. —Se trata de las sesiones clínicas de su hijo conmigo.

—Mi esposa y yo ya acordamos resolver el problema buscando un nuevo psiquiatra—. Habló el presidente en tono de fuerte. —Como habrá escuchado de mi esposa, ya no necesitaremos sus servicios. ¿Qué más hay que hablar?

—No me iré por las ramas, se lo diré directo—. Dijo Sungmin, aun sonriendo. —Debo decir que están cometiendo un error.

—Un error, ¿eh?—. El señor Cho lucía una sonrisa burlona en su rostro. —¿Y en qué se basa para decir eso?

—Me baso en que no podrá encontrar ningún otro psiquiatra mejor que yo—. Sungmin estaba lleno de una confianza que Kyuhyun no había visto en él antes.

—¿Está diciendo que es el mejor médico que podemos encontrar?— El hombre reformuló lo que había dicho Sungmin. —¿Tiene los mejores grados académicos y demás para superar nuestras expectativas?

—Puede que no sea el médico más calificado académicamente—. Explicó Sungmin. —Pero le garantizo que soy quien puede atender mejor a su hijo.

Ante la afirmación, el presidente resopló.

Echó un vistazo a su hijo, quien continuó a decir nada y regreso a los ojos a Sungmin.

—Es exactamente lo que sospechamos de usted, doctor—. Dijo. —No queremos que atienda a nuestro hijo de la manera que lo hace. Queremos a alguien que pueda ayudarlo con sus problemas de depresión.

—¿Cómo espera que un médico haga eso sin aprender primero cómo tratar con él de la manera correcta?

—¿Está diciendo que seducir a mi hijo es la forma correcta de tratarlo? —El presidente Cho frunció el ceño a Sungmin, quien ni siquiera se inmutó.

Kyuhyun sólo apretó los dientes ante el comentario de su padre.

—Me temo que seducir no es el término correcto en esta situación, presidente Cho—. Dijo Sungmin. Notando la incomodidad de Kyuhyun buscó su mano debajo de la mesa. —Conoce a su hijo desde hace 26 años, debe ser consciente de que Kyuhyun no es el tipo de persona que sería fácil de seducir.

—Está hablando como si conociera mejor a mi hijo que yo—. Se burló el hombre. —Pero en caso de que no se haya dado cuenta, Kyuhyun ya ha excedido los límites; se negó a escuchar y obedecerme, lo cual sucedió después de que comenzó las sesiones con usted. No tengo idea de que hizo para atraerlo, pero déjeme ser claro. No es así como deseábamos que fueran las cosas.

—¿Y por qué lo que ustedes desean es importante?— Lo desafió Sungmin, mientras apretaba la mano de Kyuhyun debajo de la mesa sin que lo viera el presidente.

—¿Perdón?— el presidente frunció el ceño, sorprendido por el atrevimiento de las palabras de Sungmin.

—Solo me preocupa ayudar a Kyuhyun con las dificultades por las que está pasando—. Dijo Sungmin. —Francamente, no me preocupa lo que usted y la señora Cho deseen que le suceda a su hijo.