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Al día siguiente, Sungmin tenía fiebre.

Su cuerpo estaba débil, su mente era un caos. Era difícil mantenerse racional.

Quizás era porque no pudo dormir anoche.

Se quedó despierto toda la noche, no por las tormentosas pesadillas y las alucinaciones, sino porque no podía hacer que la última expresión de Kyuhyun desapareciera de su cabeza.

Estaba sentado en su oficina, tratando de distraerse de lo mal que se sentía. Se había arrastrado a la fuerza a su trabajo, pero estaba agotado hasta los huesos.

Miraba por la ventana, el clima había mejorado, como si burlara de él, de su corazón roto, entonces alguien llamó a la puerta de la oficina.

—Adelante—. Dijo Sungmin con una mirada de sorpresa en su rostro.

La persona que entró era alguien completamente inesperado, alguien a quien no quería enfrentar en ese momento.

—Ey—. Dijo Heechul en un tono oscuro.

—Hola—. Sungmin logró responder, aunque evadió la mirada de Heechul.

Heechul metió las manos en los bolsillos y recorrió un poco la oficina, antes de sentarse frente a Sungmin.

El corazón de Sungmin dio un vuelco, temeroso de lo que Heechul estaba por decir.

—¿Cómo estás?—preguntó Heechul primero, ya que Sungmin no tenía la intención de comenzar la conversación.

—Estoy bien—. Sungmin respondió con voz débil.

—Sí, claro que lo estás—. Heechul murmuró sarcástico. —Esas ojeras lucen horribles, casi negras y tu cara está pálida como un papel. ¿Y quieres que crea eso?

Sungmin no dijo nada en respuesta. Se limitó a mirar sus propias manos.

Este no era el Heechul habitual con sonrisas traviesas, ojos brillantes, actitud juguetona y comentarios coquetos.

Hoy estaba tranquilo y serio casi hasta el punto de hacerlo sentir miedo.

Miró directamente a Sungmin, que estaba tratando de evitarlo.

—Apuesto a que sabes por qué estoy aquí—. Heechul sonrió de lado. —De lo contrario no te verías tan incómodo.

—Bueno, yo...— Sungmin dudó. —Creo que estás aquí por Kyuhyun.

—Podrías pensar que estoy metiendo la nariz en los asuntos de otra persona—. Heechul dijo en voz baja. —Puedes pensar lo que quieras, no me importa. Odio interferir en los dramas amorosos de otros. Entonces te preguntaras, ¿por qué estoy aquí?

Sungmin guardó silencio.

Heechul abrió la boca de nuevo.

—Porque la persona que estás haciendo sufrir este momento no es cualquiera para mí.

Ante eso, Sungmin finalmente levantó los ojos para encontrarse con los de Heechul.

Heechul se burló de él, con tanta decepción en los ojos que encogió el corazón de Sungmin.

—Así que tu ex regresó—. Dijo Heechul, inclinando la cabeza hacia un lado y con una mirada arrogante en su rostro. —Debe ser muy bueno, viendo cómo corriste desesperado a sus brazos.

—¿Kyuhyun te contó todo?—preguntó Sungmin tímidamente.

Heechul dejó escapar una breve carcajada. —Incluso si no lo hizo, soy lo suficientemente listo como para entenderlo.

Mascarada {KyuMin/YeWook} [TRADUCCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora