—Deja de mirar, él no vendrá hoy—. Yoona regañó a Ryeowook, que actualmente era Hannah, este había estado esforzándose para mirar por la ventana cada vez que había un crujido, para ver si era el chico de la revista de moda de la última vez, cuyo nombre, según la recepcionista era Yesung.
—¿Por qué ya no viene?— Ryeowook hizo un puchero, hundiéndose en su silla en la sala de espera de la clínica.
—Te lo dije, él es policía—. Respondió Yoona casualmente, soplándose las uñas para secar el esmalte. —Está ocupado persiguiendo a los tipos malos.
—Ah, eso es tan genial—. Ryeowook suspiró en un tono satisfecho, fantaseando. —Puedo imaginarlo golpeando a un gángster y noquearlo de un solo golpe.
—Oh, hace más que eso—. Dijo Yoona, cerrando el esmalte de uñas, mientras los ojos de Ryeowook brillaron más con su comentario. —En realidad es detective. En el DIC.
—¿Qué es eso?
—Departamento de Investigación Criminal—. Respondió Yoona. —Principalmente trabaja en casos de homicidio y crímenes violentos. Un hombre de justicia.
—¡Dios mío!— Ryeowook se abanicó con la mano, incapaz de contener su emoción. Luego levantó la cabeza hacia el techo. —Gracias dioses, gracias.
Yoona se rió, devolviéndole el esmalte de uñas. —De verdad te gusta.
—Claro que sí—. Exclamó Ryeowook, tomando el esmalte de uñas de la mano de Yoona y colocándolo en su bolso, luego empujó la bolsa a un lado despreocupadamente. —Es exacto el tipo de hombre que siempre soñé, el tipo de hombre que imagino cocinará el desayuno, atento y hacendoso. Te imaginas levantar al lado de un hombre así.
—El amor —. Yoona negó con la cabeza. —y las fantasías matrimoniales, eres tan joven.
—Oye, tengo 26, no soy tan joven. Es la edad perfecta—. Habló Ryeowook en defensa y frunció el ceño. —¿Qué edad tiene él, lo sabes?
—Cumplió 29 este año.
—¡Dios, incluso la edad es perfecta!—. Chilló el pequeño. —¿Cuándo es su cumpleaños?
—Es el 24 de agosto.
—Ah lástima, ya pasó. ¿Qué crees que le guste para un regalo?
—Comida para tortuga.
—¿Eh?
—Tiene tres tortugas en casa. Las trata como si fueran sus hijas.
—¡Eso es tan lindo!
—¿La parte de que tiene tortugas, o la parte de que las cuida como sus hijas?
—Disculpa, ¿qué decías?
—Nada
—¿Y cuál es su hobby?
—Tocar los labios de los demás.
—Sí, lo sé es raro, pero...
—Qué pasatiempo tan adorable. Puede tocar los míos cuando quiera. Tócalos, mira no están resecos.
—Mis uñas todavía no están secas.
—¿En qué es bueno? Quiero decir, aparte de su trabajo.
—Bueno, es cantante.
—Oh sí, recuerdo que tenía una voz aterciopelada.
—Mmm.
—Espera, espera—. Ryeowook hizo una pausa después de la cadena de preguntas, frunciendo el ceño. —¿Cómo sabes todo esto sobre él?
—Lo conozco desde hace mucho tiempo—. Yoona respondió con indiferencia, aún soplándose las uñas.
—¿Cómo lo conociste?— exigió Ryeowook, mirándola con expresión sospechosa. —¿Desde hace cuánto?
—Han pasado tres años, creo—. La recepcionista respondió sin dudarlo. —Es amigo cercano de uno de los pacientes del Doctor Lee.
—Oh—. Ryeowook arqueó una ceja. —Así que tres años.
Fue entonces cuando Yoona sintió el cambio en el tono de voz de Ryeowook y se rió. —No te pongas celoso, cariño, él y yo solo somos amigos. Y lo más importante, no estoy interesada en él, es todo tuyo.
—¿De verdad?— Ryeowook entrecerró sus ojos hacia ella.
—De verdad—. Confirmó Yoona entre risas. —Créeme, no soy su tipo.
—¿Y yo?— instó, de repente volviendo a su modo alegre. —¿Qué crees que él piense de mi?
Yoona lo observó por un rato con una mirada divertida en su rostro, buscando la respuesta correcta. Luego se cruzó de brazos y asintió con la cabeza cuando tuvo la respuesta.
—Ya puedo ver como se enamorará de ti—. Ella dijo con una sonrisa. —Quiero decir, eres increíble.
—Oh, vamos—. Ryeowook se encogió por el cumplido, ligeramente sonrojado y bajó la cabeza. Pero pronto regresó a su tarea. —Entonces, ¿en qué más es bueno?
—Mmm, veamos—. La recepcionista puso un gestó pensativo. —Por lo general es bueno en los deportes.
—¿Como cuáles?
—Tenis, natación, fútbol...
—¿Entonces se ejercita mucho?— Ryeowook sacudió a Yoona ante la nueva información.
—Sí, va al gimnasio y a la piscina con regularidad—. Ella respondió.
—¿Sabes a cuál gimnasio va? ¿O cuál piscina?— preguntó, entusiasmado. —Dímelo, dímelo.
—Déjame ver—. Yoona se rió, se levantó y caminó hacia su escritorio, donde buscó a tientas en una pila de tarjetas de visita. —Estoy casi segura de que tengo la dirección del gimnasio en alguna parte. Ah, la encontré.
—Entonces ¿Cuál es?— preguntó Ryeowook de nuevo, cuando Yoona regresó a su asiento junto a él.
—Toma—. Yoona le entregó la tarjeta. —Ahí está la dirección. Puedes conservar la tarjeta. Al ver que estás tan entusiasmado con el chico tortuga, supongo que quizás quieras unirte al gimnasio.
—Oh, me conoces. Hoy mismo comienzo—. Ryeowook canturreó, guardando la tarjeta en su billetera.
—Pero debo advertirte... —Yoona comenzó. —Está soltero por el momento y no hace nada para ocultarlo. Todas las chicas del gimnasio estarán muriendo por salir con él, así que ten cuidado.
—Uf, ellas no saben lo que les espera—. Ryeowook murmuró.
—¡Buena suerte!
ESTÁS LEYENDO
Mascarada {KyuMin/YeWook} [TRADUCCIÓN]
FanficCho Kyuhyun es un príncipe que lo tiene todo. Pero hay una cosa que él nunca podrá conseguir, aceptación. Está cansado, está disgustado, está harto de la pesadilla de la que no puede escapar, y su psiquiatra, Lee Sungmin, puede ser su única esperan...