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La nieve se acumulaba en todos lados, congelando las carreteras y ventanas, pero de alguna forma iluminaba todo aún más.

Sungmin se estaba preparando, envolviendo una gruesa bufanda de lana alrededor de su cuello que casi le cubría la mitad de la cara, después levantó su bolso de la silla.

Salió de su oficina y caminó hacia la recepción, donde estaba Yoona.

—Esto es lo que querías que ordenara—. Yoona le entregó una bandeja de cheesecake de fresas y otra de mousse de chocolate a Sungmin. —Es para los niños, ¿verdad?

—Sí—. Sungmin respondió cuando recibió las cajas de la recepcionista. —Es mi primera visita al orfanato, así que realmente no tenía idea de qué llevarles a los niños. Espero que les guste.

—Estoy segura que sí—. Yoona sonrió. —Especialmente cuando es un regalo de dos chicos tan guapos.

Sungmin se echó a reír y miró por la ventana, a través de la cual pudo ver a Kyuhyun apoyado contra su auto con las manos metidas en los bolsillos, esperándole.

El doctor no pudo evitar estar de acuerdo; El chico parado en la nieve era realmente guapo.

—Ey—, Yoona chasqueó los dedos frente a la cara de Sungmin para devolverlo a la realidad. —Me di cuenta de que lo estás viendo mucho en estos días.

—Es parte del tratamiento—. Sungmin sonrió radiante. —Solo lo estoy ayudando a cambiar un poco su estilo de vida.

—Ah, ¿en serio?— dijo ella con sarcasmo, cruzando los brazos. —¿Estás seguro de que eso es todo?

—Estoy seguro—. Sungmin afirmó, riendo ante lo que la recepcionista estaba sugiriendo.

—Bueno, si me preguntas, debe haber sucediendo al menos algo—. Yoona entrecerró los ojos mientras miraba a Kyuhyun. —Quiero decir, es inteligente, es guapo, es sexy, es tan perfecto.

—Admito que es un chico atractivo—. Sungmin asintió con una sonrisa. —Pero sabes que se supone que no debo tener otra cosa con mi paciente que no sea una relación profesional.

—Bien, entonces, ¿cómo vas a explicarme las noches que te quedaste con él?— Yoona lo desafió.

—Eso...—Sungmin respondió de inmediato. —También fue parte del tratamiento.

—Oh, vamos—. Dijo Yoona, empujando a Sungmin con un codo. —Sabes que no puedes engañarme. Te gusta pasar tiempo con él, ¿no?

Sungmin soltó una risa incómoda.

—Bueno...—, comenzó con cuidado. —Me gusta. Todavía está un poco frágil, pero ya no es tan frío y apático como en la primera cita. Me gustan los cambios que está haciendo.

Lo que dijo era sincero, pero evitó deliberadamente mencionar otra cosa.

Particularmente, los besos con Kyuhyun.

El sabor del vino y el olor peligroso de Kyuhyun todavía parecían persistir en sus labios, y le hacía sentir cosquillas en el corazón cada vez que lo recordaba.

Sin embargo, estaba teniendo dificultades para procesar esos recuerdos.

Era consciente del hecho de que Kyuhyun podría sentir algo por él, pero era el deber de Sungmin no dejar que se desbordara.

Por un lado, sabía que debía cumplir su papel como profesional.

Y por otro lado, sin embargo, se sentía nervioso al pensar en el beso.

Ese era el problema.

Dejó escapar un pequeño suspiro.

Hubo un toque de bocina de auto desde afuera, que le decía a Sungmin que se apurara.

Mascarada {KyuMin/YeWook} [TRADUCCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora