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Jessica estaba limpiando el desastre sangriento en el baño.

Sungmin, quien le prometió una vez más que haría lo necesario para evitar que Kyuhyun se suicidara, tuvo que abandonar la casa hacía unos minutos.

El psiquiatra tenía los ojos brillantes por las lágrimas, pero se las arregló para evitar que cayeran y estaba haciendo todo lo posible para convencer a Jessica de que todo estaría bien, a pesar de sus propias manos temblorosas.

Jessica solo se medio rio.Para ella esa cara noble, casi angelical de Lee Sungmin no era diferente de la de un hipócrita.

No importaba cuan amable tratara de ser, él no era nada más que un estorbo y una amenaza.

Necesitaba sacarlo del camino y para eso debía hacerle saber lo ue su presencia estaba provocando en Kyuhyun, estaba causándole problemas. En otras palabras debía hacerle creer que estaba hundiendo más a Kyuhyun en la depresión y en consecuencia a su muerte.

Jessica dibujó una sonrisa burlona en su rostro mientras tomaba el frasco de pastillas para dormir que compró para ponerlo en el lavabo y hacer creer que fue Kyuhyun quien había hecho todo.

Junto con el espejo, que en realidad si lo había roto Kyuhyun por accidente, las pastillas para dormir crearon una escena perfecta para engañar a Sungmin y que creyera lo que Jessica quería.

Ella sabía que Kyuhyun no le diría nada a Sungmin, había sido él mismo quien advirtió a Jessica de no decirle nada a nadie. También sabía que el psiquiatra no diría nada porque ella lo había hecho prometer que actuaría como si no supiera nada, esto para no empeorar la condición de Kyuhyun.

Y por eso su plan iba a funcionar.

Barrió los afilados pedazos de vidrio, limpió la sangre del suelo y se puso de pie con el frasco de pastillas para dormir en la mano.

Salió del baño después de cubrir el frasco para que Kyuhyun no la descubriera, y estaba cruzando el salón para llegar a la habitación cuando encontró un teléfono en el suelo.

Era el teléfono de Sungmin. Debió haberlo dejado caer cuando estaba consolando a Jessica después de llamar a Heechul.

Jessica pensó en lo que debería hacer con el teléfono.

Fue entonces cuando el pitido de la cerradura de la puerta rompió el silencio, Kyuhyun entró con Heechul siguiéndolo.

—¿Todavía estás aquí?—Kyuhyun dirigió sus palabras a Jessica, frunciendo el ceño mientras se quitaba los zapatos.

Jessica apresuradamente puso su brazo detrás de su espalda para ocultar el teléfono de la vista de Kyuhyun, pero este último fue más astuto como para darse cuenta de que estaba ocultando algo.

Kyuhyun arrugó aún más la frente y se acercó a Jessica, quien retrocedió inconscientemente.

—¿Qué estás escondiendo?—Kyuhyun exigió con sospecha.

—No estoy ocultando nada—. Jessica sacudió la cabeza, riendo como si Kyuhyun estuviera diciendo tonterías.

Kyuhyun se burló antes de empujar el brazo de Jessica hacia el frente.

Vio el teléfono en su mano y apretó los dientes con dureza.

Mierda. Kyuhyun sabía quién era el dueño del teléfono.

Hubo una atmósfera peligrosa y silenciosa que los rodeó durante unos segundos.

Jessica estaba evitando mirarlo a los ojos para inventar una excusa y Heechul estaba recostado contra la pared para disfrutar de cómo se desarrollaría la situación.

Mascarada {KyuMin/YeWook} [TRADUCCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora