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—La víctima fue identificada como una mujer de 42 años llamada Jenny—. El joven detective informó, hojeando el informe y caminando junto a Yesung que se dirigía a la estación.

—Era empleada de una compañía de seguros de vida— continuó —casada, pero estaba viviendo temporalmente separada de su esposo, que es maestro de secundaria. Tiene tres hijos, de 3, 5 y 11 años.

—¿Alguna asociación sospechosa?— Yesung preguntó mientras entraba al edificio, donde había una gran conmoción.

—Ninguna hasta el momento—. El joven respondió con un vistazo hacia el alboroto. —Pero había un rumor entre sus colegas de que estaba teniendo una aventura, así que estamos trabajando en investigar sobre eso también.

—De acuerdo, sigan así—. Dijo Yesung, frunciendo el ceño ante el ruido.

—Sí, señor.

—¿Qué diablos está pasando?— preguntó Yesung mientras se acercaba a la pequeña multitud que discutían.

Luego se detuvo abruptamente.

El alboroto era entre unos oficiales y un par de hombres que parecían estar en sus veintes, al parecer estaban siendo acusados por algo. Para la sorpresa de Yesung, uno de ellos era Ryeowook. No, tal vez Nathan, a juzgar por los ojos penetrantes y la postura no tan educada.

—¿Nathan?— Yesung alzó la voz hacia el tipo que de inmediato se mostró aliviado de presenciar al primero.

—Ve—. Ryeowook señaló en dirección a Yesung y exclamó hacia los oficiales que le habían estado gritando y cerrándole el paso. —Te lo dije, lo conozco.

—¿Qué es todo esto? —Yesung frunció el ceño con sospecha.

—Él robó un automóvil, señor—. Uno de los oficiales respondió debidamente.

—¡Qué no lo robé! —gritó Ryeowook con cara de mortificación. —¡Estaba abandonado en la calle, por el amor de Dios!

—Bien, ¿podrías calmarte un segundo? —Yesung, recuperándose rápidamente del shock, hizo un gesto hacia Ryeowook. —Yo haré las preguntas—.

Yesung luego dirigió su atención hacia los oficiales que todavía estaban mirando a Ryeowook de una manera hostil.

—Si él robó un auto, entonces no debería estar en este departamento—. El mayor señaló.

—Él está aquí porque el coche robado pertenece a una víctima—.Respondió un oficial.

—¿Qué? —Yesung exigió.

—El esposo de la víctima denunció el vehículo desaparecido después de que escuchó la noticia sobre su muerte y descubrió que el auto no estaba en la cochera. Se identificó que el vehículo que éste chico manejaba era el auto perdido que se supone que es de la víctima, antes de que fuera descubierta muerta —. El oficial explicó cuidadosamente. —Es por eso que asumimos que fue robado antes o después de la muerte, y lo trajimos aquí para interrogarlo—.

—Jesucristo—. Ryeowook murmuró frotándose el pelo con frustración. —Ustedes continúan hablando sobre esta persona muerta que ni siquiera conozco. Cuántas veces tengo que decirles que encontramos el auto en la calle con las puertas abiertas y la llave adentro. Parecía como si alguien lo hubiera abandonado y estuviera parado en el medio del callejón, simplemente revisamos.

—Sí, ¿y lo estabas revisándolo, conduciéndolo a la carretera otra vez? —el oficial preguntó sarcásticamente, golpeando la carpeta sobre la mesa.

—Te lo dije— gruñó Ryeowook entre sus dientes apretados. —No pudimos encontrar un lugar de estacionamiento, así que íbamos por ahí buscándolo.

Mascarada {KyuMin/YeWook} [TRADUCCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora