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Lo primero que Kyuhyun se dio cuenta del trabajo voluntario fue que había muchas cosas para recordar.

En primer lugar, había muchos niños. Desde un año de edad hasta adolescentes.

En segundo lugar, había innumerables tareas que hacer para cada uno de ellos.

Lo siguiente que se dio cuenta fue que, si no los recordaba, no había nadie más que lo hiciera, y los niños serían olvidados. Todos ellos.

Siwon tenía razón cuando dijo que no era un trabajo fácil. Sin embargo era necesario.

—No. Tienes que cargarla así—. Sungmin colocó a la bebé correctamente en los brazos de Kyuhyun. —Ahí está.

Un bebé nunca había sido nada con lo que Kyuhyun estuviera familiarizado.

Y es por eso que no logró acomodarla bien cuando la sostuvo por primera vez.

Pero la bebé pronto se acomodó en sus brazos, y tuvo que admitir que nunca antes había sentido algo tan cálido en su vida. Era como una pelotita suave y plumosa de nubes de algodón con los ojos negros y puros y las manitas apuñadas que eran más pequeñas que la mitad del puño de Kyuhyun.

Kyuhyun había terminado de alimentar a la bebé con éxito, y la pequeña llena de vida extendió sus pequeños dedos para tocar la mano de Kyuhyun.

Inconscientemente sonrió un poco, mientras dejaba que la bebé envolviera su mano y se aferrara a su dedo.

Sungmin, quien estuvo observando a Kyuhyun todo el tiempo, también extendió una tierna sonrisa en su rostro.

—Es una ternurita, ¿verdad?— Sungmin susurró, acariciando la cabecita de la pequeña.

—Sí—. Kyuhyun estuvo de acuerdo.

—Siwon dijo que nació ciega—. Dijo Sungmin.

—No puedo creer que ella no pueda ver—. Kyuhyun respondió mientras frotaba su pulgar contra la delicada piel de la palma del bebé. —Es como si me estuviera mirando en este momento.

—Tiene unos ojos preciosos—. Añadió Sungmin.

—¿Qué le pasó a la madre?— Preguntó Kyuhyun.

—Quién sabe—. Sungmin se encogió de hombros. —Todo lo que sabemos es que ella no está aquí.

Sungmin luego se inclinó para besar la frente de la bebé.

Al contacto, la bebé hizo una cara curiosa hacia Sungmin, luego, con una sonrisa feliz en su carita, extendió su brazo hacia la dirección donde estaba Sungmin.

—Ma.... ma...— Balbuceó.

Era una simple palabra, pero era sumamente significativa.

Sungmin jadeó por lo hermoso que sonaba.

—Hola cariño—. Dijo, tocando la mejilla regordeta de la bebé. —Estoy aquí, y papá también está aquí. Eres una chica con suerte por tener un papá, ¿no?

Kyuhyun rio en voz baja.

Era lamentable que una niña abandonada, cuyos ojos no podían ver nada más que oscuridad, pensara que un completo desconocido era su mamá.

Pero la vista conmovedora de ese extraño respondiendo como si fuera su verdadera madre era conmovedor.

Mientras haya alguien a quien le importara, no era tan malo después de todo.

La vida podía estar completamente oscura, pero la oscuridad llega solo después de que se apagan todas las luces, y solo se necesita una sola llama para llenar todo el espacio con luz nuevamente.

Mascarada {KyuMin/YeWook} [TRADUCCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora