Tutor de un mujeriego (Gay/Yaoi)

El comienzo

Narra Damian

Hola, soy Damian Williams, el chico nerd y super guapo... 

Es broma, tan solo soy el chico poco atractivo de la escuela, nada fuera de lo común. Mi vida no es nada interesante. Vivo con mi pequeña hermana de doce años, Evelyn y mis padres, Adrian y Daniel, y si, son una pareja Gay y la mejor que hayan podido ver. 

 Lo que más me gusta hacer es dibujar, dormir, escuchar música, comer, dormir, jugar, ¿Ya dije que me gustaba dormir?  

Bueno, ya no importa. Tengo dos amigos, uno de ellos es Alice, que va un grado menor que yo y mi otro amigo, Tom. Ya es nuestro último año de escuela y después tendremos que irnos a una buena univer...

-¡Pulguita!, se te hará tarde para ir a la escuela- ese es mi papá Adrian, o como le digo, mi madre. Es bajito, bastante bajito, su cabello es rubio y tiene unos ojos hermosamente azules como los míos. Además de eso se ve tierno, pero no se dejen engañar, es toda una fiera.

-¡Mamá, te he dicho mil veces que no me llames de esa forma!- lo regañe mientras bajaba por las escaleras a su encuentro.

-Te jodes, eres mi hijo y yo te llamo como quiera- respondió con el ceño fruncido pasándome mi mochila de mala gana.

-¿Otra vez peleando con  tu padre, pulga?- y este es mi querido padre Daniel, pelinegro, de ojos verdes y muy apuesto, el hombre perfecto para todos. 

-Agh, con ustedes no se puede socializar.

-¡Mami!- gritaba mi hermana corriendo hacia el rubio, arrojándose a sus brazos y repartiendo besos por todos su rostro. 

Como ya se dieron cuenta, Evelyn adora a nuestra madre.

-Bueno dias, cariño- la saludo este dandole un gran beso en su regordeta mejilla acariciando su cabello rubio. 

Mi hermanita es la copia barata de Adrian, no tienen nada diferente. Como yo y mi padre Daniel, tan solo nuestros ojos cambian, pero en lo demás somos idénticos.

-Bueno, niños, es hora de irnos- anuncio el pelinegro abriendo la puerta de entrada para que saliéramos junto a él.

-Adiós, madre- le di un rápido beso en la frente para ir corriendo hacia el auto.

Vi como la pequeña se despedía del rubio imitando mi acción para caminar hacia donde yo estaba dejando a nuestros padres solos en la puerta.

¡Por Dios!, ¿acaso no pueden hacer sus escenas en otra parte en donde no los tenga que ver?

-¡Papá, deja de apretarle el trasero a mamá y sube al auto!- grite llamando la atención de algunos vecinos, logrando que los dos mayores se sonrojaran.

-Hermanito malo- me regaño Evelyn mientras tomaba un poco de papel higiénico que tenia en su mochila y se limpiaba la nariz llena de sangre.

-¿Otra vez, Evelyn?, te dije  que no los podías ver cuando hicieran esas cosas- le ayude a limpiar viendo como nuestro padre entraba al coche, encendiendo el motor.

-Ahora si, nos vamos- sonrió el mayor partiendo primero hacia mi escuela.

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-Adiós, hermanito, consigue un buen seme pronto, quiero un cuñado- mi hermana y sus ocurrencias.

-Adiós, pequeña- bese su linda mejilla para luego salir del auto no sin antes despedirme del moyor.

Al ver como se alejaban tome aire decidido a entrar a la escuela. 

-Dami, amigo de mi alma- me recibió, Tom alegre regalándome un gran abrazo.

-Hola, Tommy- correspondí su abrazo en medio de risas.