Capitulo 1

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Narra Damian

-¿Por qué no lo rechazaste?- pregunto Tom histérico sin poder procesar la información que le acabo de dar.

-¿Crees qué no lo hice?- pregunte de vuelta más desesperado que antes- Fue culpa del maestro, él me chantajeo.

-¿Y ahora qué haré con mi vida?, me quedare sin mi mejor amigo.

-No exageres, Tom, tampoco es para tanto.

-¿Qué no es para tanto?, ¿acaso no recuerdas de quién estamos hablando?

-Si lo recuerdo, créeme que lo hago. Si las cosas no funcionan le digo al profesor y soy libre de nuevo. Fin.

-Confió en ti, Damian.

-Descuida, él no me podrá hacer nada.

-Oye... ¿no te has preguntado por qué solo te molesta a ti?

-¿A qué te refieres?, pero si es malo con todos.

-Si, lo se, pero contigo es diferente. Siempre esta pendiente de lo que hagas y te persigue a todas partes.

-Estas delirando, él no me persigue- gire mi rostro burlándome de las incoherencias de mi amigo, pero al encontrarme con la mirada de Nathan le di toda la palabra.

El rubio me miraba atentamente con los brazos cruzados mientras ignoraba lo que le decía uno de sus tontos amigos.

-¿Ves?, yo se de lo que hablo.

-No te hagas una película sobre esto, tan solo me odia más que a los demás porque no hago lo que él quiere.

-Como tu digas, pero después no me digas que no te lo advertí- al terminar de decir aquello comenzó a caminar hacia donde estaba el idiota haciéndome reaccionar.

-¡Tom!, ¿a dónde vas?, vuelve aquí.

-Oye, chimpancé con tatuajes, estas tapando mi casillero- le dijo a Nathan de manera despreocupada logrando que el ojimiel se pusiera a la defensiva.

-¿Quieres perder una pierna, mocoso?- lo tomo del cuello de su camisa azotándole contra los casilleros.

-Nathan, no hagas eso- me acerque tratando de alejarlo de mi amigo.

-Tu no te metas en esto, gusano- me miro furioso, empujándome hacia un lado.

Maldito, ¿quién te crees?, ¿el papá de los pollitos?

-¡Suéltalo!- con todas mis fuerzas lo agarre de su chaqueta, logrando que soltara a mi amigo y haciéndolo caer al suelo.

Jamás pensé tener tanta fuerza.

-¡Estúpido, gusano!- y sin decir nada más se fue furioso con sus amigotes detrás suyo.

-¿Acaso querías morir, Idiota?- le pregunte al pelinegro ayudándolo a arreglar su uniforme.

-No, solo quería que te dieras cuenta de algo- respondió soltando una risita.

-¿Darme cuenta de qué?, ¿de qué eres un suicida?

-En verdad si que estas ciego- negó con su cabeza mientras abría su casillero y sacaba un chupete.

-¿De qué hablas?

-¿No te fijaste como se puso cuando me defendiste?- no le respondí nada porque no sabia lo que tenia que haber visto- Estaba celoso.

-Patrañas, ¿por qué estaría celoso?- me volví a reír de sus ocurrencias aceptando el caramelo que me ofrecía.

-A veces pienso que en verdad te acuestas con los maestros para ser el mejor de la clase, porque en serio eres un poco despistado, por no decir que muy despistado.

Tutor de un mujeriego (Gay/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora