Narra Damian
Después de salir de la clase, en donde el querido profesor me humillo enfrente de mis compañeros, salí directo hacia mi casillero sacando mis materiales para la clase de historia.
-Hola, gatito- susurro el rubio de forma coqueta en mi oído mientras me abrazaba la cadera con sus grandes manos.
Al escucharlo tan de repente pegue un pequeño brinco, sintiendo como mi piel se erizaba y mis mejillas se calentaban.
-Nathan, no hagas eso, idiota- lo regañe dándome la vuelta quedando así a pocos milímetros de su rostro.
Vaya, si que está muy cerca.
-¿Me quieres besar?- subió y bajo sus cejas rápidamente intentando provocarme.
-Ni en tus mejores sueños.
-En mis sueños estás besando mi pene mientras me miras a los ojos- murmuro sin pelos en la lengua antes de darme un apresurado beso en los labios, aún sin soltar mi cadera.
-Eres un maldito enfermo y depravado- golpee su pecho, ruborizándome al doble por imaginarme en esa situación.
-Algún día tendrá que suceder- sonrió alegre besando ahora mi frente cubierta de cabello- Te compre algo, bonito.
-¿A mi?- pregunte asombrado regalandole una sincera sonrisa sin mostrar mis dientes- ¿Qué es?
Sin decir nada llevo su mano a su espalda tomando algo y al poder verla note unas pequeñas orejas negras de gato.
-¿Es en serio?- no se porque pensé que seria una rosa, un chocolate o hasta un pañuelo.
-Te ves super tierno- soltó una risa burlona al colocarme las orejas, organizando un poco mi melena.
-Ya Nath, no estoy para tus juegos- intente quitármelas sin ningún éxito, ya que el contrario tomo mi mano llevándola hasta su hombro.
-Debes dejártelas si no quieres que me enfade contigo- me chantajeo regalándome diminutos besos en mis mejillas mientras yo seguía impactado por su pequeña amenaza.
-Oye, tenemos historia ahora.
-¿En serio?- se separo rápidamente de mi para mirarme con un gran brillo en sus ojitos y una inmensa sonrisa- No creí que tú...
-Si, es en serio. La maestra se enojara si no entramos, hoy revisa el trabajo que dejo la semana pasada. Espero que la hayas hecho como te dije- comente despreocupado sin notar que un pedazo de su corazón se rompía.
-Oh, era eso...
-Obvio que era eso, ¿en que pensabas?- reí empujando un poco su cuerpo para salir de su agarre.
-¡No!, no entremos, quedémonos afuera... juntos.
-Ni loco, ya he recibido muchos regaños de los profesores, no quiero más problemas- y camine hacia el salón de clases sin importarme si él se quedaba. Pero un fuerte golpe llamo mi atención, haciéndome girar para ver que pasaba.
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Tutor de un mujeriego (Gay/Yaoi)
Teen FictionNo se como sucedió, no entiendo desde que momento comencé a sentir esto. Tan solo paso... ¿Él? Es el chico más mujeriego e idiota de la escuela. Tiene a todos a su disposición y no le importa lastimar a los demás. ¿Yo? Soy el nerd, sabelotodo de l...