Narra Damian
Me encontraba nervioso, inquieto. Desde lejos observaba al rubio idiota, temiendo acercarme para poder entregarle el cuadro que traía en las manos.
-Una foto te dura más- murmuro mi amigo dándome un golpe en el brazo con su codo.
-No lo estaba mirando- mentí volteando de nuevo hacia mi casillero para sacar mis cosas.
-Sabes que no me puedes mentir porque yo lo sé todo.
-¿Qué hacen chicos?- llego nuestra amiga salvándome la vida- ¿Para quién es ese cuadro que llevas allí?- me retracto de mi palabras.
-Para su amor prohibido- respondió el pelinegro logrando sorprender a la chica.
-¿Nathan? o ¿Derek?
-Nathan...
-¡Ya basta!, no me gusta Nathan, él es un idiota, nadie estaría enamorado de un idiota.
-Si, otro idiota, en este caso tú- respondió la menor estallando a carcajadas junto al pelinegro.
¿Cómo es qué son mis amigos?
-Tu chico ya se va- anuncio Tom señalando el casillero del rubio con su cabeza. Nathan cerraba su casillero despacio como si estuviera esperando a alguien- Ve por él tigre.
Me arme de valentía caminando rápidamente hacia el tatuado deteniéndome detrás suyo. Toque suavemente su hombro con uno de mis dedos asustandolo un poco.
-No vuelvas a hacer eso, gusano- me regaño frunciendo su ceño mirándome fijamente después de girarse.
-Lo siento- me disculpe sonrojandome por su penetrante mirada, la cual detallaba cada centímetro de mi rostro.
-¿Qué quieres? no tengo tiempo- no recordaba que este tipo sufre de trastorno bipolar.
-Traje tu cuadro- levante el lienzo viendo como su expresión cambiaba a una de asombro.
-¿Tan rápido lo hiciste? pero si te lo pedí ayer- lo miro atónito intentando ocultar su fascinación por el dibujo.
-Mmm... no tenia nada que hacer cuando llegue a casa, además no tarde mucho- y es verdad, ya que tan solo tenia que terminar unos detalles.
-No esta genial, pero gracias por el intento- desgraciado, un poco de amabilidad no hubiera estado mal.
-Me esforcé mucho...
-Pues no parece. De todos modos lo conservare solo porque me das lastima- guardo cuidadosamente el dibujo en su casillero cerrándolo de nuevo.
-No vuelvo a hacer nada por ti- dije furioso no queriendo que nuestra conversación termine.
-Esa ni tú te la crees- sonrió de manera egocéntrica, despeinando mi cabello perfectamente arreglado.
-Chicos, ya es hora de entrar a clases, ¿qué esperan?- nos reprendió un maestro que iba pasando por los pasillos para cerciorarse de que todos estuvieran es sus salones.
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Tutor de un mujeriego (Gay/Yaoi)
Teen FictionNo se como sucedió, no entiendo desde que momento comencé a sentir esto. Tan solo paso... ¿Él? Es el chico más mujeriego e idiota de la escuela. Tiene a todos a su disposición y no le importa lastimar a los demás. ¿Yo? Soy el nerd, sabelotodo de l...