Capítulo 31

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Narra Damian

-Damian...- se volvió a quejar mi amigo mientras zarandeaba mi cuerpo.

-No quiero- respondí por enésima vez, abrazando más fuerte a Junior, un lindo oso de peluche café que antes le pertenecía a mi madre.

Me encantaba abrazarlo cuando me sentía triste, me ayuda a calmarme.

-Pero... Pero... ¡Damian!- me desarropo, haciendo que todo mi cuerpo se estremeciera al sentir el aire helado- Levántate- jalo de mi brazo logrando sentarme en la cama.

-¡No!- grite queriendo volver a acostarme sin éxito alguno.

-Llevas encerrado toda una semana, es hora de salir un rato.

-Tommy tiene razón, pulguita- intervino mi madre, dándome ánimos para que saliera al fin de la cama.

-Déjame, no quiero- lloriquee como un nene.

-Tienes que ir, es la fiesta de halloween que hace la escuela. Será la ultima que tendremos.

-Él estará allí- comente dolido, aguantando las ganas de llorar- No deseo verlo.

-No tienes porque hacerlo. Estaremos Patrick, Nick, Derek y yo para cuidarte- los nombro con sus dedos sin dejar de sonreír- ¡También estará Alice! Y muchas personas más.

-Espero que se diviertan mucho- volví a acostarme, escuchándolo quejarse.

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-Te vez muy guapo, pulguita- alago mi madre, peinando mi cabello.

-¿A que si?- sonrió orgulloso mi amigo, celebrando encima de mi cama al lograr convencerme.

-No le veo la gracia- gruñí molesto mientras el mayor amarraba la capa negra en mi cuello.

Como mi amigo me convenció en ultimo momento no tuve de otra que ser un vampiro, pero de los modernos.

Con una blusa negra manga larga, un pantalón negro ceñido y unas vans del mismo color que lo demás, quede listo y perfecto. Mi madre se encargo en dejar mi cabello un poco alborotado, pero que se viera genial, cubriendo un poco uno de mis ojos, también maquillo mi rostro dejándolo pálido, me pinto unas ojeras pequeñas y trazo unas lineas rojas debajo de la comisura para simular que era sangre.

Al principio querían vestirme de gato, de hecho mi amigo tenia todo lo necesario, pero me negué rotundamente. De tan solo ver el disfraz llega a mi mente el día en el que fui un completo idiota al entregarme a una persona que no lo merecía.

-Pareces emo- comento Tom deteniéndose frente a mi, detallando cuidadosamente mi improvisado disfraz- ¡Me encanta!

-Y tú pareces...- medite un poco viendo su disfraz- ¿Qué se supone que eres?

-¡Sorpresa! Cuando veas a Patrick lo entenderás- aplaudió alegre como un niñito.

-Si tú lo dices- me encogí de hombros, escuchando a la vez un gruñido de un pequeño felino- ¡Tora!- me arrodille para acariciarlo, pero este tan solo me mando la pata, arañando mi mano- Hijo.

-Creo que no te reconoce- hablo mi amigo agachándose a mi lado, siendo también atacado por el felino- ¡Ah! Pero que carácter- beso su herida a la vez que miraba mal al gato.

-Tora, soy yo- le ofrecí mi mano para que la olfateara. A los pocos segundos me reconoció, comenzando a lamer la herida que me había hecho anteriormente- Gracias, mi amor- rasque su barbilla suavemente, haciéndolo ronronear.

-¿No te sientes mal al ver a Tora?- pregunto mi amigo, mirándome preocupado.

-¿Por qué debería?

Tutor de un mujeriego (Gay/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora