Tutor de un mujeriego (Gay/Yaoi)

Capítulo 30

Narra Nathan

Ya dejando todo arreglado con el imbécil de Peter, con el que hice la apuesta, me dirijo rápidamente al salón de clases.

Solo espero que mi gatito no este enojado conmigo por no entrar junto a él e irme sin explicarle nada.

-Señor, Smith- se asombró el maestro al verme- Creí que no entraría.

-Estaba con mi padre- mentí descaradamente, adentrándome a la clase sin ninguna orden- Esperen un momento...- murmure deteniéndome a mitad del recorrido, petrificado.

¡¿Dónde está Damian?!

¿Por qué no está en su puesto? ¿Acaso no entro a clase? ¿Y si...?

¡No, Nathan! No pienses en eso. A lo mejor fue al baño, o quizás el director lo llamo para decirle algo importante, o...

-Joven Smith ¿Se va a sentar?

-¿Ah?- mire confundido al profesor mientras que él señalaba mi pupitre- Claro- me senté correctamente, intentando no hiperventilar, ni sacar teorías del paradero de mi pareja.

-Bien, sigamos con la clase- anuncio el mayor caminando hacia el tablero, comenzando a escribir un montón de cosas que solo Damian podría entender.

-Oye...- susurro alguien detrás mío, picoteando mí espalda con un lápiz- Nathan- me llamo dándome un pequeño golpe en la cabeza para que volteara a verlo.

-¿Qué quieres, Tómas?

-No se llama Tómas- lo defendió su novio, recibiendo una galleta como premio.

-No molesten- gruñí enojado con intención de girarme de nuevo, pero el pelinegro tomo rápidamente de mi camisa para encararme.

-Oye ¿Dónde está Damian?- pregunto interesado, soltando mi ropa.

-¿Damian?

-Si ¿Dónde está?

-Como ¿Él no entro a clase?- me preocupe.

-No ¿Acaso no se fue contigo?

-Yo me fui solo.

-¿Y no lo viste?

-Hagan silencio jóvenes, tengan un poco de respeto a la clase- nos regañó el maestro, apuntándonos con su marcador.

-No- le respondí bajito a Tom, apoyando mis brazos en su pupitre- Le dije que no tardaría, lo único que sé es que se quedó frente a la puerta.

-Pues déjame decirte que nunca entro, por eso creí que estaría contigo.

-Ja, que decepción Smith, ni siquiera puedes cuidar de tu chico- comento una tercera voz, interrumpiéndonos.

-Cállate Miller- lo mire amenazante y fijamente, escuchando un tic dentro de mi cabeza ¡Claro!- ¿Qué le hiciste?- lo apunte con mi dedo, acusándolo.

-¿Qué?- me miro desconcertado, señalándose- Está vez yo no fui el que le hizo algo.

-No te hagas el idiota- me levante de mi puesto para ir hacia el suyo- Tú siempre estás involucrado.

-No hice nada- se levantó para enfrentarme, empujándome- Deberías pensar en que cosas hiciste últimamente.

-No me desafíes, Miller- lo tome del cuello de la camisa, quedando cara a cara- ¿Dónde está Damian?

-Señor Smith, le pido que se siente- intervino el mayor, nervioso.

-Usted no se meta, anciano- le dije entre dientes sin despegar la mirada del pelirrojo.