Epílogo

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Cinco años después

Narra Damian

-Tranquilo, Tora, ya veremos a tu padre- le hable al felino que se encontraba en su transportín, el cual no dejaba de maullar exageradamente.

No le gusta estar encerrado.

-¿Ahora dónde estará ese rubio idiota?- mire a mi alrededor, encontrándome con personas corriendo de aquí para allá en el aeropuerto, pero ninguna señal de mi novio- ¿Y si olvido que hoy llegaría?

-¿Hablando solo como siempre, gatito?- cubrió mis ojos con sus manos soltando una sensual risa.

-¡Nath!- grite alegre llamando la atención de algunas personas, pero poco me importaba, extrañaba a mi rubio idiota- ¡Mi amor!- deje al gato en el suelo y comencé a llorar como un crío, colgandome de su cuello- Te extrañe mucho, mucho, mucho. 

-¡Gatito!- abrazo mi cintura, levantándome del suelo para luego darme vueltas- Yo igual te extrañe- dijo después de dejarme firme en el suelo besando mis mejillas, borrando las saladas gotas que bajaban de mis ojos- ¿Creías que no vendría por ti?- me miro "enojado", frunciendo su ceño- Me dueles, Dami.

-Eso ya no interesa- escondí mi rostro en su cuello, oliendo su varonil perfume- Ven aquí y bésame, mi amor.

-Qué ofertón- sonrió enorme antes de atacar mis labios desesperado- Extrañaba tus labios- lloriqueo igual que yo, abrazándome fuerte- No me vuelvas a dejar.

-Sabes que fue por una buena razón- me aleje un poco, mirándolo directamente a los ojos- Ya tengo mi título de veterinario.

-Estoy orgulloso de mi gatito- me robo un beso antes de ponerse serio, alejándose completamente de mi cuerpo- Te has puesto más lindo en estos años- me analizo de arriba a abajo, mordiendo sus labios- De seguro muchos iban detrás tuyo- gruñó como un perro rabioso.

-Algo así- lo dije para molestarlo, viendo como volvió a fruncir el ceño- Pero yo solo te quiero a ti, don celoso- deje un pico en sus labios- Tú igual estás más guapo. Más te vale no haberme engañado, rubio idiota- golpee su brazo, mirándolo furioso.

-Jamás te cambiaría por alguien más, sería un imbécil si lo hiciera.

-Me alegra escuchar eso- volví a abrazarlo sin poder borrar la enorme sonrisa que adornaba mi rostro.

-Ahora si podré preguntarte lo que he querido saber desde hace tiempo- murmuró en mi oído, erizando mi piel.

-¿Qué cosa?- se separó para después arrodillarse frente a mí, dejándome sin aliento- Nath...

Gatito...- sacó de su chaqueta una pequeña cajita de color azul, abriendo lentamente hasta descubrir una hermosa argolla- Estos cinco años sin ti han sido un completo asco, me ayudaron a saber que sin tu presencia mi vida no tiene algún sentido- la gente a nuestro alrededor cada vez se iba acercando mientras susurraban cosas que en este momento me importaban muy poco, mi atención solo estaba en el amor de mi vida- Te amo, como no tienes ni una mínima idea. No me bastaba con solo escucharte por el teléfono o verte a través de una pantalla, mi cuerpo y mi alma te necesitaban junto a mi. Poder tocarte y besarte se convirtieron en mis anhelos desde que te fuiste, ya no podría vivir un solo día sin estar a tu lado- pequeñas lágrimas comenzaron a salir de sus hermosos ojos, contagiandome- Por eso... Damian Williams... ¿Me harías el honor de casarte conmigo?

-Yo... yo...- las malditas palabras no salian, se quedaban atoradas en mi garganta.

-No estás obligado a aceptar, solo... Creí que...- me miro triste al no tener una respuesta inmediata.

Tutor de un mujeriego (Gay/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora