Idiot School 2: Dead Hours

Sra. Armstrong

Me alejo un poco para poder respirar, aun no siento las palabras como si fueran reales, de seguro quiere jugarme una broma.

-ah s-si claro, ya sabes olvidaba el anillo perdón.- comienza a palparse desesperado todos los bolsillos, le miro aturdida y noto cuan nervioso sigue estando, podría decirse que ahora incluso mucho mas.

-¿que haces?- le pregunto hechandome a reir.

-b-busco tu anillo ya sabes, lo deje por algún bolsillo.

-hahaha ¿hablas en serio?

-¿que dices?! ¿n-no me crees?. Aquí esta!- saca una cajita que se le arranca de las manos y antes de que caiga al suelo alcanza a atraparla en el aire suspirando aliviado.- escucha, se que no es el momento ni el lugar mas apropiado para esto, pero ya no queda mas tiempo, digo, ya sabes, mañana es la final, pensaba pedírtelo cuando ganaras frente a todos, pero si llegases a perder cosa que estoy seguro que no sucederá, tu creerías que yo te lo estaría proponiendo para consolarte, no me vas a decir que no es cierto porque te conozco, y ademas iba a invitarte a cenar esta noche, para pedirlo allí , pero tus padres se me adelantaron y siendo sincero... no me atrevo a pedírtelo delante de ellos, mira ya estoy nervioso ahora, porque no lo se... igual y podrías decirme que no, que quieres esperar, prefiero escucharlo a solas, sin compartir el momento con nadie porque...

-idiota- le interrumpo sonriendo enternecida porque nunca me espere verle reaccionar así y menos para esto.- eres un idiota, ¿como podría decirte que no?.- Billie me mira unos segundos y se encoge de hombros.

-¿y por que podrías decirme que si?.- esbozo una sonrisa y le abrazo tan fuerte que sus latidos tocan los míos. El dijo que la felicidad esta en ti mismo y no en el otro, pues por primera vez creo que se a equivocado o bien nosotros somos la gran excepción. Le miro a los ojos y no se que decir, el solo hecho de saber que podre verle para toda la vida sintiendo que no hay limites entre ambos, que desde ahora seremos uno solo, es realmente la sensación mas extraña y a pesar de que se vio tan lejana dos años atrás hoy no es mas que la perfecta realidad.

-porque eres todo para mi.- admito avergonzada aunque se que no hay razón para que lo este, pero aun así me cuesta no sonrojarme, respirar y pensar estando con el. Se hecha a reír mientras me rodea con sus brazos, se siente tan cómodo, tan cálido que podría estar unida así para siempre si fuese posible.

-bueno Srta. Kylie ¿me va a dejar ponerle el anillo o no?.

-hahaha no es necesario.

-oh no me vengas con esas y dame tu mano. Nono espera asi no esta bien, ¿quieres que me incline?

-haha ¿por que haces tanto jaleo?

-es que... a Addie no se lo pedi de esta forma, así que... no se como hacerlo.

-pues créeme que yo tampoco nunca me he casado 

-haha cierto, bueno entonces...- se inclina ante mi, busca una pequeña cajita a rayas blancas y rojas, comienza a reírse mientras levanta la tapa. Antes de que pueda echarme a reír también por los nervios me quedo con la boca abierta ante el brillante de esa llave de sol perfecta.

-Srta. Kylie, querría usted...- intenta contener un poco la risa y de paso buscar las palabras que quiere decirme.- querría usted darme la suerte de tener su compañía para siempre?, prometo hacerla feliz y... nunca dejarla sola, cambien haha prometo... esta bien no se me ocurre nada por la risa haha, ¿quieres casarte conmigo?.- me muerdo labio para tratar de contener algo de sonrisas también, me arrodillo quedando a la misma altura de el, le doy la mirada mas feliz, la mas sincera, la mas excitada que mis ojos puedan gritar, son estas así como tantas las memorias que quedan tatuadas en el corazón, siempre los malos recuerdos quedan en tu mente y duelen, pero no son mas fuertes que los buenos si sabes cual amar mejor.

No voy a llorar porque puedo transformar las lagrimas en miles de sonrisas y para mi gusto es esto mucho mas cálido que el llanto. Entre besos suaves y fuertes Billie me busca una mano, coloca esa figura que es símbolo de ambos, una figura tan simple que esta atada a lo que verdaderamente nos ubio, a eso invisible que puedes oír y te hace sentir toda emoción existente bajo la piel, bajo los huesos, entre la parte mas tierna y frágil del alma.

-Se nos hace tarde Sra. Armstrong- me susurra en el oído al tiempo en que acaricia mi cabello, no puedo ser cociente de que ahora su apellido me pertenece, siempre te lo pones a modo de broma, pensando y soñando muy muy dentro de tu esperanza en que algún día sera cierto, pero cuando lo es ocurre lo gracioso de que no te lo crees.

-haha cierto. Crees que se enfaden si no vamos otra vez?

-¿enfadarse tus padres?!, Nah para nada solo me secuestraran castraran y pondrán en una jaula alimentándome con maní hasta que andes con alguien mas.

-hahaha ¿de verdad crees que harian eso?.

-tu madre si. Digo mi suegra haha

-na no te preocupes por ella. Esta bien mejor nos arreglamos pronto, porque tampoco le gustan las irresponsabilidades.

Luego de media hora mi padre finalmente llega por nosotros, Billie aun no esta listo, cierro la puerta de nuestro cuarto mientras el se va colocando un calcetín, me hecho a reir porque de camino al auto le voy peinando y arreglando la corbata.

-no me tarde tanto en vestirme!- me quejo riendo.

-haha lo se soy peor que una chica, y olvide ponerme mi crema ¿viste donde la deje la ultima vez?

-ni yo uso crema haha

-y no me afeite, no alcance! ¿me veo muy barbon?- me acerca su mentón para que lo examine, niego con la cabeza riendo, de hecho no se le ve ni un solo pelo.

-no tonto, estas perfecto ya cálmate.

-y...

-estas peinado, dentro de lo que se puede.- le doy un pequeño beso y le miro a los ojos sintiendo que mi corazón grita peor que una fan en hitchin a ride. Esta vestido formalmente, como en los viejos tiempos, con corbata roja y camisa negra, claro esta ves no lleva delineados los ojos para no levantar comentarios negativos por parte de mi madre pero siendo sincera, si Billie quisiese ser actor porno no le iria nada mal... mi padre da unos bocinasos y salimos del hotel, desde lejos le hago una seña de saludo mientras sonrió como desquiciada, no estoy feliz, no estoy contenta, estoy loca.

Cuando subimos Billie automáticamente se hecha a reir.

-buenas noches.- le saluda mi padre.

-buenas noches.- contesta el estrechaondo su mano.

-hija que bonita te ves! Ni para tu graduación quisiste vestirte asi.

-haha pues... digamos que hay ocaciones y ocaciones para las cosas.

-si claro, es por Billie a mi no me engañas.

-haha pero no necesita nada de arreglos, para mi ya es bonita como sea.

-awwss que ternura chico. Digo... ¿como deberia decirte?.- pregunta mi padre recordando la edad de billie. Me quedo callada y el se hecha a reir.

-como quiera señor! Por mi no hay problema.

-niño? Haha ¿caray como le haces?, mírame a mi! Parezco un vejete, ¿haces pesas? ¿alguna dieta especial?.

-haha soy vegetariano y... cuando vienen las giras debo entrenar solo un poquitin pero no hago nada en especial.

-pues te conservas muy bien, en fin, Kylie tu madre se quedo arreglando en el hotel asi que debemos pasar a buscarla también, espera...- se queda quieto e inclina el espejo retrovisor hasta reflejar mi mano en el. Me quedo fria al descubrir que esta pasando por su cabeza.- ¿a que viene ese anillo?!.- abro la boca pero no soy capaz de decir nada, Billie me mira y yo le miro con la misma sorpresa. No me detuve a pensar en si se lo diría a mis padres esta noche. Con suerte mi madre acepto la verdad, y de hecho creo que aun no es así, pero decir un "vamos a casarnos" es mucho mas difícil de aceptar por lo menos para ella.