Una pequeña se escondía entre las ramas altas de un árbol, intentando que no se le escaparan lágrimas de terror y aunque no vio nada, siguió aferrándose a el tronco como si la vida se le fuera en ello.
Escuchó algo e hizo silencio... Pisadas, lentas, sin apuro, que se dirigían hacia ella. Cerró los ojos lo más que pudo cuando pararon detrás de ella y ni hablar de cómo forcejeó cuando dos brazos la tomaron de las axilas.
—Shh, tranquila, tranquila, soy yo. —le sonrió el hombre. Castaño, ojos verde oliva y un rulito extraño que (T/N) sabía que no tenía que tocar.
—Tío. —lloriqueó (T/N) en el hombro del mayor—. Pensé que el lobo venía a comerme.
—Ese bastardo de España no debió haberte leído "La Caperucita Roja"—y cambiando de tono, dijo—. Vamos, es hora de tu merienda, querida.
♠♠♠
O
tra aburrida reunión mundial los había hecho reunirse en la "casa" de Antonio. Era algo sobre la deforestación, ya nadie sabía qué. Alemania estaba enfermo y había faltado así que nadie paraba el desorden que se había armado, Canadá lo intentaba, y vaya que lo hacía, pero casi notaba al rubio. Al igual que nadie notaba como dos personitas faltaban allí.
La camisa de Romano se encontraba abierta con alguna que otra marca que se volvería morada en poco tiempo, besaba los hinchados labios de la mujer con desesperación, ya que su rulo era tirado una y otra vez, pero una serie de imágenes fugaces pasaron por su mente y se tensó. (T/N) sabiendo lo que pasaba paró y lo miró a los ojos con un brillo amable, casi maternal.
—Supongo saber lo que estás pensando. —le dijo acariciando sus cabellos.
—Es que me siento... Un monstruo. Yo te crié (T/N)... Y mira cómo te tengo. —apoyó su frente en el hombro de (C/P).
—Yo solo sé que me tienes enamorada, y por ese brillo en tus ojos se que tú lo estás también, Lovi. Si sigues pensando en los obstáculos y problemas nunca serás feliz. —hizo que levantara la mirada y que conectara con la de ella—. Te amo, Lovino.
Y Romano sintió que su corazón se derretía, volvió a besar los labios de su sobrina lo más dulcemente posible, para seguir con lo suyo. La chica se sacó su formal camisa y el castaño llevó las manos a la espalda de ella para quitarle su brasier, los dos dispuestos a quedarse allí hasta que la reunión terminara.
Ya era hora :'v
VAMO VAMO QUE A LA PRUEBITA LA APROBAMO (igual me faltan la reptm).
Bueno, ahora voy a aprovechar para desearles suerte en los exámenes finales (si es que no los hicieron todavía) y también a los soldados que la siguen peleando en diciembre, mucha, MUCHA suerte.
![](https://img.wattpad.com/cover/99009161-288-k835247.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Hetalia y Tú
FanfictionHistorias entre los personajes de Hetalia y tú ;) Disclaimer: Hetalia le pertenece a Hidekaz Himaruya y la lectora se pertenece a ella misma, a sus papás, al país que elijan, etc.