[AU; hybrid]
(T/N) despidió a sus padres, que fueron los últimos en irse, la fiesta había acabado. Giró la vista y se encontró con la mirada violácea de su nuevo compañero.
Se rascó la nuca, sus amigos yendo hacia su hogar se lo encontraron cerca de una parada de autobús, solo, y no tardaron en darse cuenta que no tenía lugar en donde dónde quedarse. Pero como pudieron lo ubicaron en el auto y lo llevaron a ella. (T/N) los miró resignada, pero les agradeció, de seguro habría hecho lo mismo.
—Entonces, Ivan... ¿Tienes hambre? ¿Quieres tomar una ducha?
—M-Me gustaría tomar una ducha, si no es molestia— contestó tímido y analizando a la chica que tenía enfrente.
—No hay problema. Mi hermano te trajo algo de ropa, te quedará bien supongo, es un gigante— rió un poco y guió a Iván hasta el baño.
Una vez escuchó el sonido del agua correr, fue a la habitación en la que estaba su otra hermana antes de mudarse. Limpió el polvo, puso sábanas limpias y abrió la ventana para que se ventile un poco. Salió después de pocos minutos, algo menos tenso que antes pero aún alerta.
—Te gusta esa bufanda ¿Eh? Incluso la usas en verano— le dijo cuando salió de la habitación. Él otro pasó sus manos por la tela, acariciándola.
—Fue un regalo de mi hermana—comentó con una mueca triste. —Al menos sé que ella y Natalia tienen buenos dueños que cuidan de ellas.
(T/N) y él fueron a la cocina y tomaron algo de té, ya era bastante tarde pero ninguno de los dos tenía sueño, y mucho menos Ivan que cuidaba de no confiar demasiado rápido en la joven, anteriormente eso le había traído muchos problemas. La (C/P) rompió el incómodo silencio.
—No siempre viviste en la calle ¿Verdad?— el rubio no dijo nada y se quedó mirando su taza humeante. —¡Lo siento! No es necesario que me lo digas— la chica alzó sus brazos, moviendolos rápidamente, no quería ponerlo nervioso.
—Gracias.— el híbrido de ciervo movió las orejas aliviado y dio un sorbo a su té, sólo por acer algo. —¿Dónde... bueno... dormiré?
—Ah, es esa habitación, junto al baño—señaló.
—¿U-Una habitación? Es decir... ¿Puedo usar la cama?— (T/N) le sonrió y asintió con algo de tristeza. Él se sorprendía hasta con la más mínima muestra de respeto, de seguro lo habría pasado muy mal antes, con sus antiguos dueños. Tuvo un acceso de rabia al pensar en alguien haciéndole daño. Lo más triste es que maltratos de esa forma pasaban todos los días, y no todos tenían la suerte de acabar como el rubio cenizo.
—Ivan...— se asomó por la puerta, el otro ya había entrado y tocaba el colchón probando su comodidad con un ligero rubor de fascinación.
—¿Si? ¿Quieres que te ayude en algo?— se paró de un salto, pero (T/N) negó con la cabeza.
—Quiero que sepas que no estás obligado a quedarte conmigo, tú decides si te agrada estar aquí y si quieres, luego puedo firmar los papeles de adopción. Lo importante es que te sientas a gusto— el otro asintió sin saber que decir. —Descansa...
Y salió cerrando la puerta. Ivan no pudo evitar sonreír, hace mucho que no le deseaban buenas noches.
*
*
*
Había tomado la decisión de quedarse con (T/N), no tardó en darse cuenta que ella no tenía ninguna mala intención con él. Lo trataba con cariño y no parecía importarle que fuera un híbrido, lo trataba como a un igual, y de esa forma perdió poco a poco la actitud sumisa que mostró los primeros días y se fue soltando más, llegando a formar un vínculo muy fuerte con la chica
Un trueno muy fuerte le hizo dar un pequeño salto en la cama, (T/N) reprimió una risa y cerró su libro. Ivan estaba junto a la chica todo el tiempo, le encantaba su compañía, incluso cuando no hablaban, su presencia lo calmaba, e iba igual para la (C/O).
—¿Tienes miedo?— le preguntó
—Es sólo que los truenos son muy fuertes—dijo tapándose sus orejas. Instantes después dos manos acunaban su rostro y lo llevaron hacia el pecho de la chica.
—Intenta dormir...— le susurró. Se sonrojó instantáneamente, no había pasado por alto los sentimientos que estaba formando por ella, y cada día se iban intensificando más. Se aferró al suéter celeste de ella, quería abrazarla pero no sabía si era adecuado. Notó el corazón de ella, estaba algo agitado, y cuando unos dedos pasaron por sus cabellos rubios no se pudo controlar y le dio un atrevido y fugaz beso.
—¡I-Ivan!— enrojeció hasta las orejas y su pulso se aceleró, para placer del híbrido de ciervo. Sonrió, nuevamente en su pecho y cerró los ojos, ya no sentía miedo. La otra no lo podía creer.—¡¿Vas a dormir?!
—Si...— fingió ronquidos, sin poder ignorar a la otra que parecía una bola de nervios.
El crimen perfecto.
Más kk. Mi imaginación no sirve, creo que se rompió :'v esta es una ALERTA ROJA, denme sus ideas y personajes para los siguientes one-shots.
Los pedidos se cierran el martes 30 :p
Nos leemos luego Bv
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Hetalia y Tú
FanfictionHistorias entre los personajes de Hetalia y tú ;) Disclaimer: Hetalia le pertenece a Hidekaz Himaruya y la lectora se pertenece a ella misma, a sus papás, al país que elijan, etc.