Well, no tengo muy en claro como es la personalidad de Vicky, me guié por una historia de los 2p! y la verdad que me gustó bastante (la personalidad :v). No todos los 2p! tienen que ser sádicos :'v
[AU; hybrid]
(T/N) se tiró sobre la mesa con un llanto semi fingido, golpeándose la cabeza en el acto. Viktor levantó la mirada rubí y la observó desde el otro extremo, con sus ojos felinos algo irritados.
—Deja de hacer esos ruidos (T/N), me haces acordar al estúpido perro del vecino—. Arrugó la nariz mirando hacia la pared dónde, casualmente, vivía el canino.
—¿Hablas de Allen? Pero si es una dulzura— dijo ella mirándolo confundida. El otro bufó y le volvió a alcanzar el libro de historia.
—Ahora resumes cinco páginas más— ignoró las quejas de la jovencita y volvió a su lectura como si nada, pero notó cuán cariñosa era la chica con el otro híbrido y eso lo enojó un poco, claro que no lo hizo notar.
La (C/P) debe admitir que tuvo suerte que el híbrido tuviera tanto gusto por el estudio, prácticamente la estaba salvando de repetir de año. Claro que ella se esforzaba al máximo, pero la cabeza no le daba, y menos cuando el ruso se ponía exigente.
En dos días tendría el último exámen, el de historia, y luego sería libre como el viento. Y con sólo ese pensamiento en mente, estudiaba hasta que le salía humo por las orejas.
Ya le quedaban dos páginas. La joven pensó si su cama ya la extrañaba y bostezó largamente. Escuchó como el castaño le alcanzaba algo sobre la mesa, sin despegar la vista del libro y al fijarse esbozó una pequeña sonrisa.
—Gracias— musitó.
Le había alcanzado una pequeña barrita de chocolate. Él le había comentado que las cosas dulces mantenían despierto a uno, cosa que la alegró, nunca había sido muy fan del café. Le sacó el envoltorio y lamentó que el felino no pudiera comer esa clase de alimentos, aunque a él no parecía importarle.
—Tegmineh— anunció con la boca llena mientras apartaba el libro y las hojas.
—Te felicito— dijo frío, cerrando el libro.
—Vamos a dormir... Espera, ahora no tengo sueño— la cola del castaño dio unas vueltas, tenía el ceño fruncido.
—Pues ve a ver una película o algo, me voy a la cama— y se marchó a su habitación.
—¡Gracias por acompañarme!—le gritó y segundos después el otro cerró la puerta.
(T/N) se encogió de hombros y suspiró. Ya hace años que vivían juntos y el otro seguía con la misma actitud seca de siempre. Viktor en realidad vivía con (T/N) y sus padres, pero estos últimos no quisieron dejar a su pobre hija tan sola cuando se mudase y se encargaron de que esté bien acompañada.
—Me pregunto si al menos me querrá un poquito...—murmuró en el momento que puso el primer capítulo de aquella serie tan nombrada "Stranger Things" y se acomodaba en el sillón.
°
°
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El castaño alzó una oreja al escuchar la respiración acompasada de la (C/O), no pudo dormir, no después de escuchar el último comentario de ella.
Entró justo cuando en la televisión aparecía un texto que decía algo de si quería seguir viendo la serie, claramente pensado para idiotas que se dormían en el transcurso de los capítulos, como (T/N). Presionó el botón de apagar y se inclinó para mirar a la joven.
Estaba acurrucada en el sillón, abrazando a una almohada con una expresión de total calma en el rostro. Si la dejaba ahí dormida, a la mañana se quejaría de sus dolores de espalda como anciana y no habría quién la aguante, pero tampoco quería despertarla.
Pasó un brazo por su espalda y otro por debajo de sus piernas y la levantó como levantaría una pluma. Se dirigió a su habitación, llena de pósters de videojuegos y la dejó suavemente en la cama. Procedió a arroparla y apartó los cabellos que caían sobre su rostro.
—Claro que te quiero, idiota. No dudes que en verdad lo hago— susurró. Se levantó y se dispuso a irse, pero oyó que la otra se movió entre las sábanas y se alarmó.
—¿Viktor?— al parecer no lo había oído. —¿Puedes dormir conmigo? Hace frío hoy... —no parecía muy despierta, pero el otro no tardó en acomodarse junto a ella, cosa que le trajo recuerdos de cuando la menor recurría a él al tener pesadillas. Por suerte era una cama de dos plazas y entraban los dos perfectamente, pero la otra lo abrazó, disfrutando del calor que Viktor emanaba.
Aunque medio dormida, (T/N) sintió la rigidez del cuerpo del otro, si las luces no hubieran estado apagadas, abría visto el claro rubor que el otro tenía. Fue entonces cuando levantó una mano y le desparramó suavemente los cabellos, para luego rascar detrás de las orejas.
A Viktor nunca le gustaron ese tipo de mimos, le parecía que eran para simples gatos, pero de alguna forma, no pudo apartar la mano, sentía que si era (T/N) estaba bien, y un ronroneo no tardó en salir de su garganta. Ya se sentía demasiado cansado para sentir vergüenza.
Sólo se mantuvo lo suficientemente despierto como para darle un suave beso en la frente a la chica.
*Haciendo los pedidos en orden y preguntándose por qué la gente ama tanto al rusito... Ah sí, es un precioso copito de nieve ♥*
Por cierto, me acordé de esta imágen
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Hetalia y Tú
FanfictionHistorias entre los personajes de Hetalia y tú ;) Disclaimer: Hetalia le pertenece a Hidekaz Himaruya y la lectora se pertenece a ella misma, a sus papás, al país que elijan, etc.