Semana de la amargura
Male!Reader
—Dios, espero que al menos me de un beso en la mejilla —el (C/P) rogaba a todos los dioses que su declaración saliera bien.
—Venís repitiendo eso desde hace una hora, loco, tranquilízate un poco, ¡ No te va a ir tan para el orto! —Martín estalló y se echó sobre el respaldo de la silla, harto. Suficiente ya le molestaba el griterío que sus compañeros armaban por el acto del 9 de julio.
—Podrías alentarme con más ganas ¿sabes? —le reprochó (T/N).
—Mirá —Martín se incorporó del asiento. —Sos un tipo con buena onda, buen sentido del humor y encima tenés facha. Más de una piba quiso salir con vos, lo arruinaste por dormido nomás, pero no veo por qué esta chica... Muriel...
—Mariel —aclaró el joven con algo de indignación.
—No veo por qué Mariel no te daría bola. Todo va a salir bien, y si no, podés venir a llorarme a mí, no te preocupes —añadió el rubio con una sonrisita de suficiencia, haciendo que su amigo le devuelva la sonrisa amistosamente.
El timbre del recreo sonó, y todos salieron de forma apresurada del salón de clases. (T/N), también se paró de un salto.
—¡Deseame suerte! —soltó antes de salir disparado hacia el salón de la chica que le gustaba, que oportunamente, estaba justo en frente del suyo, perfecto para que Martín pudiera observar la declaración sin levantarse de su asiento.
"Copado, asiento de primera fila" pensó.
Vio cómo (T/N) esperaba impaciente a la joven, cómo la chica salía y luego de intercambiar un par de palabras que nunca oyó, el jóven le extendía una golosina con envoltorio amarillo. También vio cómo esa Muriel se le echó en brazos y besó a su amigo acaloradamente. El pasillo entero explotó en gritos y aplausos animosos, que festejaban por la nueva pareja armada.
El único que no festejaba era Martín. Aún miraba las preguntas que el profesor había dejado en su salón y le faltaban copiar. Ni siquiera había prestado atención a la clase, y eso que iba a haber examen pronto. Ya le dolía la cabeza de sólo pensar en los retos de su madre.
Recostó la cabeza sobre la mesa, quería llorar, nunca se había sentido tan solo y triste y desgraciado. Metió la mano en su bolsillo y lentamente sacó el Bon o Bon que había comprado al pedo, lo desenvolvió y se mandó todo de un bocado. Dedujo que estaba vencido, porque tenía un gran sabor a fracaso.
—Qué semana de mierda —comentó para sí mientras degustaba el dulce que en realidad estaba destinado a otra persona.
No es que esté resentida porque no recibí un carajo (porque sí me dieron chocolates!!), sólo quise escribir algo sad ;)
Feliz semana!
![](https://img.wattpad.com/cover/99009161-288-k835247.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Hetalia y Tú
FanficHistorias entre los personajes de Hetalia y tú ;) Disclaimer: Hetalia le pertenece a Hidekaz Himaruya y la lectora se pertenece a ella misma, a sus papás, al país que elijan, etc.