Alemania

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Maratón 5/5 :B

Lector/Nyo!Lectora

El rubio miraba atentamente a los bancos de enfrente. Aquel chico que le gustaba observar se encontraba hablando con Antonio, Gilbert y Francis con tranquilidad. Un momento después sus miradas se cruzaron y el (C/P) le sonrió amablemente, pero el rubio no atinó a hacer otra cosa más
auborizarse fuertemente y desviar la vista, confundiendo al latino.

El alemán se sentía demasiado gay.

Más tarde, a la hora del almuerzo, (T/N) tuvo la mala suerte de salir al tiempo que se corrían los rumores de que habían descuentos en la cafetería, el pobre fue arrastrado por la marea de hambrientos estudiantes mientras intentaba salvar su almuerzo.

De repente sintió como dos brazos lo tomaban con fuerza de la espalda, era su gigante compañero, que lo había protegido de quedar aplastado en algún lugar en el suelo, debido a su frágil y liviano cuerpo.

Una vez las cosas de calmaron un poco (y los demás empezaron a notar que estaban bastante pegaditos), se separó de él, sin dejar de agradecer.

—No fue nada, no te preocupes— pero (T/N), como forma de agradecimiento compartió su almuerzo con él, de todas formas habían arrasado en la cafetería y no quedaba ni un mísero pan. Ludwig descubrió que (T/N) era un gran cocinero, y (T/N) descubrió que uno de sus compañeros más intimidantes era una dulzura.

Se habían hecho bastante cercanos y se habían hecho muy buenos amigos. Lamentablemente, no pasaba de eso.

Fue un aburrido miércoles cuando el rubio olvidó su paraguas y para que su amigo no quedara expuesto a la cruel lluvia, (T/N) decidió compartir el suyo.

Caminaban en silencio, oyendo la lluvia, cuando el alemán le pidió que pararan un momento.

Tomó aire, iba a confesarse, se había aprendido las palabras de memoria pero parecieron perderse en su garganta cuando simplemente se agachó a la altura del otro y le dió un suave beso en los labios.

(T/N) estaba sorprendido, y más rojo que el pelo del escocés. Ludwig se vió venir un rechazo histórico y miró hacia todos lados, buscando una salida, pero la mano del (T/Na) atrapó su corbata y lo atrajo hacia él, acortando la distancia en un fogoso beso.

Unas señoritas que pasaban gritaron emocionadas.

El paraguas se cayó a la mierda.

Y Ludwig no pudo evitar pensar que era muy gay...

Pero le encantaba.


Corto, I know, I know (shhh).

Hetalia y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora