La persona que lo puede salvar es una humana; la unica que pudo tocar tanto su corazón para vincularse.
Sesshomaru no queria, deseaba no estar cerca de ella pero su cuerpo sólo pedía a gritos su cercanía.
-Escuche tu grito de ayuda.
Ella sonrió.
-¿E...
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Mi mamá estrello su mano contra mi mejilla, pude escuchar el golpe y el ardor en esta. Entendía que escapar de la escuela era malo pero, irme después de que un hombre misterioso dañara a unos alumnos de mi escuela, era un acto que merecía el golpe de mi madre.
-¡¿En qué rayos pensabas?!
No sabía, ni siquiera me lo pregunte en ese momento, ¿por qué lo seguí? Sólo podía irme y dejar todo atrás, agradecer por defenderme y dejarlo ir, sin preguntas ni problemas pero, mis piernas se movieron solas y corrí hasta el lugar donde lo encontré por primera vez. Ahora me encontraba castigada por mi madre y un nombre que no me dejaba en paz...
"Sesshomaru Taisho"
-¿Entonces?-La voz de mi madre me despejo de mis pensamientos. Se notaba realmente enojada, incluso podía apostar que decepcionada. -Kagome, te hice una pregunta.
-Lo siento. -Trague saliva. -Fui a buscar al responsable del daño, no quería que me involucrara en su locura. No lo conozco y ya me dio una mala fama entre mis compañeros.
Me odie. No, me di asco pero en esta sociedad debía mentir para protegerme. Tal vez Sesshomaru no le importara, sin embargo me sentí tan horrible que baje la mirada apenada con mi estupidez. Mi mamá no se dio cuenta y me dijo que sólo debía asegurarme de resolver el malentendido con mis amigos y olvidarme del extraño.
Pero, ¿cómo hacerlo?
...
-Me he enterado que te encontraste con un Mac Tire.
Deje de pelar las papas que mi abuela me dio hace una hora y mire a la anciana que seguía cociendo una bufanda. Me gire por completo para verla y con un nudo en la garganta le pregunte de donde lo escucho, si alguien del pueblo me había visto junto con el lobo, estaba perdida y volverían los cazadores que desaparecieron hace tiempo.
-Él me lo dijo. -Contesto, sonrió y sus arrugas se macaron aún más. Mi abuela era de piel morena y ojos azules, es tan bonita que no entiendo de donde salió mi mamá. -Mac Tire me lo dijo.
-¿Él te visito?
Mi abuela dejo el estambre en la mesa que estaba frente a ella y prestó toda su atención a mí. Ella es una mujer con una poderosa aura y una mirada que te puede congelar en segundos, pero nunca me dio miedo y siempre pude sentir aquella calidez que me brindaba cada vez que me hablaba y esta ocasión no era la excepción.
-Él vino por unas medicinas.
Quería preguntar el por qué Sesshomaru vino con ella, sin embargo mi abuela se levantó y fue a la cocina para asegurarse que el caldo que estaba preparando no se arruinara. Suspire, no tenía sentido lo que estaba sucediendo, aunque mi mamá siempre decía que la anciana de nuestra familia siempre defendía a los lobos y fue una de os que peleo a su lado para que los cazadores los dejaran en paz; en la actualidad muchas personas siguen diciendo que es una bruja que ama a los demonios pero, mi abuela le resta importancia y sigue contando aquellos cuentos que me encanta oír sobre los lobos.
