La persona que lo puede salvar es una humana; la unica que pudo tocar tanto su corazón para vincularse.
Sesshomaru no queria, deseaba no estar cerca de ella pero su cuerpo sólo pedía a gritos su cercanía.
-Escuche tu grito de ayuda.
Ella sonrió.
-¿E...
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Inuyasha dejo el plato en la mesa y sonrió con orgullo, el pequeño niño pensaba que ya era todo un hombre responsable y no pensaba bajarlo de su nube. Camine hasta el niño, le agradecí su ayuda y le pedí que llamara a los demás para comenzar a comer.
-¡Claro!—El peli plateado corrió y grito los nombres de los que faltaban.
Después de la noche donde nos desahogamos Sesshomaru y yo, acordamos en contarnos cada preocupación que teníamos a partir de ahora, incluso si era una que podía destrozar al otro.
Sesshomaru llego junto con Rin, quien sonría y le contaba sobre la princesa nueva de su país imaginario, él la escuchaba atento con una pequeña sonrisa en sus labios y brillo en sus ojos. Atrás de ellos, Miroku y Bankotsu caminaban para una vez sentarse y comer.
-Lo hice, Kagome. —Sonrió Inuyasha y levanto su puño. —Como futuro líder de la manada.
Sesshomaru lo felicito, le dio una caricia en su cabeza y le dijo que se sentara para comenzar la comida y luego podrían cazar un ave. El pequeño elevo sus dos brazos y grito de alegría, le siguió Rin y los dos hermanos corrieron a ocupar su lugar. Bankotsu también se apuntó para la caza, alagándose por ser uno de los mejores en buscar presas, y aunque Miroku saco la lengua asqueado, quiso participar y observar a los lobos en su forma animal.
-¿Quieres ir?—El lobo me dio un pequeño beso en mi mejilla y espero mi respuesta.
-No, creo que arreglare las cosas para mañana en nuestro viaje. —Sonreí. —También quiero preparar una gran cena para celebrar.
Sesshomaru me abrazo, ese simple gesto fue lo suficiente para entender su agradecimiento. Nos separamos después de unos segundos y acompañamos a los demás al comer.
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-¿Llevas todo?—Le entregue la mochila celeste a Sesshomaru. —Porque no quiero ver a Inuyasha ni a Rin con rasguños, Taisho.
-Llevo todo. —Sesshomaru se colocó la mochila en los hombros. —Hasta la ropa extra que me diste hace rato.
