Me levante cuando sentí la ausencia del calor de Sesshomaru. Con torpeza lo busque con mi mano, pero al darme cuenta que realmente no se encontraba a mi lado, abrí por completo los ojos y me levante con un dolor en mi pecho.
Observe la habitación de la nueva cabaña, una temporal antes de irnos del pueblo, es chica y con muebles viejos, pero lo suficiente cálida para sentirnos bienvenidos. Aun así me siento tan sola y perdida.-¿Estás despierta?—Miroku entra a la habitación con una taza en sus manos, su mirada se encuentra igual de apagada que la mia, pero a comparación de mí, él si sonríe. —Nos asustaste cuando te negaste a cenar.
Mire al suelo y levante los hombros, incluso ese movimiento se siente tan doloroso que mis lágrimas no se retienen y suelto algunas. Mi mejor amigo de inmediato corre hacia mi, deja la taza en la mesa de noche alado de la cama y me abraza. Sus brazos son mi refugio ahora mismo. Por alguna razón, es tan cálido como un abrazo de mi mamá, tan confortante como el de mi papá y tan dulce como el de mi hermano.
-Todo está bien. —Acaricio con cuidado mi cabello. —Acabara pronto.
-¿Cuándo?—Cerré mis ojos.
El castaño no respondió y solo me abrazo más fuerte.
Él no tenía la respuesta, se encontraba tan perdido como yo y aun así está aquí, apoyándome y tratando de unir todas mis piezas que comenzaron a separarse de mi corazón. Los dos tratamos de darnos el apoyo...El calor de una familia.
Entonces, la puerta se vuelve a abrir, los dos volteamos y observamos a Sesshomaru parado con una taza. Miroku se levantó, camino a la salida y le dio un pequeño golpe en el brazo al peli plateado y se fue.
El lobo no se veía como recordaba. Ya no se encontraba esa pose confiada, ni esa sonrisa cálida, incluso sus ojos demostraban el dolor que siente y las aujeras bajo sus ojos demuestran el tiempo que no ha dormido.
-Hola. —Susurro.
-Hola. —Contesté.
Nos quedamos en silencio.
-Y-Yo. —El lobo camino dos pasos hacia adelante, aunque se detuvo de nuevo y bajo la mirada. —Quería traer chocolate caliente para...Ti.
Asentí con la cabeza, señale la taza de Miroku y eso fue suficiente para que se diera cuenta que alguien más ya lo había pensado. Taisho trago saliva, su cuerpo temblaba y se notaba muy nervioso.
-Uhmm...Yo...Uhmm. —Camino a un mueble cercano y dejo la taza. —Solo...Uhmm...Yo...Yo.
No comprendía, ¿Qué sucede?
-Y-Yo. —Sus primeras lágrimas aparecen y una mueca de dolor aparece en sus labios. —Perdón, perdón.
Me alarme y me levante asustada. Sesshomaru cayó de rodillas y empezó a llorar, mientras que agarraba con fuerza la tela de su blusa. Corrí hasta él y me agache, quería saber que sucedía y el por qué reacciono de esa manera.
-¿Qué pasa?—Acaricie su mejilla, intentando que se concentraba en mi tacto.—Sesshomaru.
-Perdón. —Me abrazo y se refugió en mi el hueco de mi cuello. —Perdón por romperte de esta manera...Lo siento, no me dejes.
¿Qué?
-Se..Sesshomaru, ¿Qué te hizo pensar que me iria?—Acaricie su cabeza.—No lo haría.
-Porque mereces ser libre...Libre de todo esto.
-Tal vez. —Sentí como se tenso. —Pero yo no quiero dejarte, ¿por qué o haría? Eres mi alma gemela.
-¿Lo soy?
-Sí, siempre lo has sido.
Esa noche, Sesshomaru lloro hasta quedarse dormido.
Me gusto el capítulo.
Me gusto los sentimientos que plasme aqui.
Me gusto la amistad de Miroku y Kagome.
Y por supuesto, me gusto Sesshomaru :)
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Ookami 「狼」
Fiksi PenggemarLa persona que lo puede salvar es una humana; la unica que pudo tocar tanto su corazón para vincularse. Sesshomaru no queria, deseaba no estar cerca de ella pero su cuerpo sólo pedía a gritos su cercanía. -Escuche tu grito de ayuda. Ella sonrió. -¿E...