Antes de comenzar con le lectura, quiere aclarar que estuve investigando y viendo vídeos sobre las peleas entre lobos, también sobre otros aspectos y sus posturas o reacciones antes el peligro, espero que mi narración sea lo más coherente e informativa, incluso que puedan preguntarme y responderles sus dudas.
Disfruten el capítulo.
Mi lobo se erizo desde el cuello, el lomo hasta la cola, haciendo que tuviera un aspecto más dominante y feroz, mis dientes se enseñaban y mi frente se arrugo, mi mente sólo estaba enfocada en advertirles a los lobos enemigos que un paso en falso y sus cuellos eran míos. El Mac Tire líder de los oponentes, gruño y enseño aún más sus dientes, aunque su postura era un poco débil, se notaba su miedo.
Bankotsu, en su forma lobuna, dio unos pasos adelante y trato de intimidar, por supuesto le di un ladrido fuerte para regañarlo, por ningún motivo lo dejare desobedecerme.
El lobo de pelaje negro se lanzó a mí, queriendo morder mi cuello y acabar pronto, pero a comparación de él, soy más veloz y mis patas son ligeras, por ello pude esquivar su ataque y me diera la oportunidad para atacarlo y morder su lomo. El enemigo gimió de dolor y se estrelló contra el mueble de la sala, gruño pero tan bajo que mi fecho de inflo de orgullo por el logro de lastimarlo. Volví a atacarlo y tratar de morder su yugular pero entonces sus compañeros se acercaron para ayudar a su líder, haciendo que uno me moridera en mi pata trasera. Gemí y retrocedí unos pasos, de inmediato Inuyasha y Bankotsu se lanzaron a mi defensa; los dos lobos empujaron a los invasores, los cuatro se gruñían para que ninguno se atreviera a interponerse en la pelea entre nosotros.
"Son salvajes"
Pensé.
Bankotsu gruño cuando uno de los enemigos trato de nuevo atacarme, haciendo que su lobo enfureciera y lo atacara de nuevo, aunque el otro fue más rápido y lo con sus colmillos lo agarrara del cuello. Mi leal hombre gimoteó al sentir los filosos dientes de su atacante, gruño tratando de apartarlo de la zona más delicada de nosotros pero el lobo gris fue más fuerte y de un solo movimiento, desgarro el cuello de mi amigo. El cuerpo del lobo negro cayó en segundos, su sangre manchaba la alfombra de la sala.
Inuyasha se sentó y aúllo con dolor, quise unirme pero no estaba en condiciones de distraerme. El menor soltó un gran ladrido y corrió hacia el lobo que le quito la vida a nuestro Bankotsu, no lo dejo ni reaccionar cuando daño el lomo del animal y después lo tumbó, los dos se revolcaron, lanzando mordidas al aire.
Me volví en concentrar en el lobo negro frente de mí, los dos gruñimos, pero mi dolor a la perdida de uno de mi camada fue lo suficiente grande para que el lobo aprovechara para atacarme y morder el cuello, gruñí y lo aparte con mi cuerpo. Estaba dispuesto a terminar con esto, pero el grito de Miroku me hizo distraerme y voltear donde se encontraba Inuyasha peleando.
-¡Alto!
El tonto humano sostenía un palo de madera en sus manos, lo alzo contra el lobo que pretendía atacar a Inuyasha de atrás mientras que este estaba concentrado en el otro. Fue tan rápido todo que no tuve tiempo de reaccionar antes de que el animal se diera vuelta y mordiera el brazo del chico, haciendo que este soltara un grito de dolor. El Mac tire está dispuesto a arrancarle el miembro al humano, algo que jamás podre permitir, no cuando Kagome lo ama tanto, así que ignorando a mi oponente, corro a salvarlo. Muerdo en el yugular al lobo que sostenía entre sus dientes el brazo de Miroku; puedo sentir la sangre en mi boca y es cuando giro mi cabeza para profundizar la mordida y este caiga muerto. Miroku se sostiene el brazo herido y me agradece con su mirada, pero sé que él apenas puede respirar por lo sucedido.
Inuyasha empuja con sus patas traseras al lobo, se levanta y se acerca a nosotros, noto su costado lleno de sangre. Los tres miramos al enemigo, los dos lobos, quienes tratan de atacar pero saben que perderán, aun heridos somos más fuerte que ellos juntos.
El líder alacio su pelo para mostrarme un cuerpo débil y más pequeño, sus dientes se esconden de nuevo y sus orejas son bajadas, su compañero hace lo mismo pero a diferencia del líder, él sí esconde su cola entre las patas. Los dos lobos avanzan hacia atrás, sin quitar sus miradas de nosotros pero claramente rindiéndose. En ningún momento mostré el dolor de mi cuerpo y cómo mi vista se estaba nublando, tal vez esa herida en mi cuello fue más fuerte de lo que pensé. Al desaparecer los enemigos de mi visión, me permití derrumbarme y que cambiara a mi lado humano. Miroku arranco un pedazo de su blusa e hizo presión en su herida, es profunda, lo note en cuanto mire con más atención. El humano amarro con fuerza el pedazo de tela para controlar el sangrado y corrió hacia Inuyasha, quien permaneció como lobo, chiquillo listo, y atendió sus heridas con lágrimas en sus ojos.
-Cúralo bien, por favor. —Susurre. Miroku volteo a verme y asintió.
-En cuanto vende sus heridas iré contigo, no mueras por favor. —El moreno se limpió las lágrimas de su rostro pero sus manos se encontraban llenas de sangre, por eso también fue manchado sus mejillas.
Suspire, tengo que transformarme para sanar mejor, aunque estoy tan débil que sólo quiero cerrar los ojos, mi mirada se dirigió al cuerpo sin vida de Bankotsu y unas lágrimas escaparon de mis ojos. Mi hermano de manada se quedó en su forma animal, sus ojos se encentran opacos mirando a la nada y la sangre humedeció su pelaje, lloró en silenció mientras que cierro los ojos para no verlo. Pero cuando estoy a punto de perderme en la oscuridad, una voz hace que mis ojos se abran de golpe y mire hacia la puerta.
-Ah, ¿acaso Kagome escapo?—Sango suspiro.
AHHHHHHHHHHHH Espero que les haya gustado :c me costo un buen narrar esto. Pero hice lo que pude y mi nvestiganción me permitió. Igual al ratin o mañana les dejare una guia de los lobos donde me base.
Espero que hayan disfrutado leer esta parte :c <3 Los amo
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Ookami 「狼」
FanfictionLa persona que lo puede salvar es una humana; la unica que pudo tocar tanto su corazón para vincularse. Sesshomaru no queria, deseaba no estar cerca de ella pero su cuerpo sólo pedía a gritos su cercanía. -Escuche tu grito de ayuda. Ella sonrió. -¿E...