4 "Pregunta"

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Estaba poniendo mi vida en peligro por aquel animal, pero no me importaba y seguía observando a la bestia que estaba delante de mí. Ninguno trataba de apartar a vista, era como si una fuerza nos obligara a enfrentarnos.

-Gracias. -Solté de repente. -Tal vez lo hiciste para pagar tu deuda, pero para significo mucho para mí.

El animal asentó con la cabeza y dio media vuelta para alejarse, pero un pequeño grito que di, hizo que se detuviera de inmediato y me volteara a ver. Sabía que estaba jugando con la paciencia de algo que desconocía, incluso podía resultar herida pero no me importaba. Me senté en el pasto, incline un poco mi cabeza y sonreí, ¿Qué tan malo puede ser esto?

-Sabes, creo que es el destino.

El lobo camino de nuevo hacia mí y se sentó en frente, poco a poco su forma empezó a cambiar y ser más como un humano.... ¡Un humano desnudo! Me cubrí de inmediato mis ojos y grite, la impresión fue tan grande que caí de espaldas y sentí una piedra encajándose en mi cuerpo.

-¡Mierda! ¡Doble mierda! ¡Señor Jesús!-Rodee a un lado y me levante con un dolor en mi espalda, mire a la dirección del antes lobo, ahora el hombre que se presentó en mi escuela.

-¿Acaso eres idiota?-Preguntó con molestia. Realmente es muy guapo pero también un idiota.

-¡¿En serio?!-Levante mis brazos al aire- ¡Acabas de transformarte por primera vez! ¡Y estás desnudo!

Me cubrí de nuevo los ojos y voltee a otro lado, podía sentir mis mejillas calientes. Tal vez estaba preparada para saber que es un tipo de monstruo que se transforma en lobo pero en definitiva no lo estaba para verlo desnudo. Trague saliva y di un pequeño vistazo, al menos ya estaba vestido y con una expresión en su rostro que me dio miedo.

-¿Ya te puedes ir?-Se cruzó de brazos, se encontraba levantado y a veces miraba a una dirección en específico. -Tengo muchas que hacer.

-¿En serio?-Voltee por completo. -Me revelas tu secreto y después me dejas ir, ¿acaso eres estúpido?

-Si no lo hacía, nunca me dejarías. -Rodo los ojos. -Aparte, sé que no lo harás.

-¿Qué?

-Revelar mi secreto.

-¿Por qué estás tan seguro?

-Porque tu mirada me lo dice.

¿Mi mirada? Pensé que lo estaba viendo como una loca, pero comprendí a lo que se refería, por alguna razón, podía leer todos sus pensamientos con tan sólo mirarlo. No lo entendía, ni quería hacerlo, sin embargo no pude evitar una sonrisa. Le di la razón, aunque aún seguía impresionada por mi descubrimiento pero no lo forzare que me cuente su vida.

-Vete, por favor.

-¿Y qué te olvide?-Sonreí. -Cliché pero no te reclamare. Te dejare, pero primero dime ¿cómo sigues de tu pata? Digo, tu pierna.

El peli plateado bajo a su pierna herida. -Curo muy rápido, no te preocupes.

-Otra pregunta.

-Pensé que no me cuestionarías.

-Hmmm. -Me cruce de brazos y mire el cielo. -Sólo es una pregunta, lo prometo.

El chico lo aprobó y espero, pero tenía demasiadas preguntas para resumirla en una; es imposible pensar en una que resuma todas mis dudas y pueda conocer más de él sin que se enoje y me mande a la esquina. El chico empezaba a desesperarse, y por impulso sólo dije lo primero que se me vino a la cabeza.

-¿Cómo te llamas?

El hombre sonrió. -Sesshomaru Taisho.

Ookami 「狼」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora