La verdad no quiero darles grande expectativas pero escribí este capítulo con todo mi esfuerzo, espero que les guste.
Cuando mira a Naraku Higurashi y recuerda cada momento de sufrimiento que tuvo que pasar, su sangre hervía de ira pero algo lo detenía para transformarse en lobo y rasgar su garganta. Como si las voces en su cabeza le recordaran la poca misericordia que aun alberga en su interior.
-¿Qué sucede, monstruo?
Su rostro representaba el temor que tiene ahora mismo, su cuerpo se encontraba ligeramente inclinado hacia la puerta y sus manos hechas puños, todo su lenguaje corporal indicaba el horror que vivía en su cabeza ahora mismo.
Kohaku y Shiori se quedaron atrás del líder Ookami, entendían que es su pelea y no pueden interferir, en su lugar decidieron ocuparse de los cazadores que pudieron huir durante el ataque. El castaño miro por unos segundos la espalda de Taisho, odiaba dejarlo pero confía en la fuerza del gran lobo y con ese pensamiento salieron de la habitación de acero.
Naraku noto la ausencia de esos mocosos y aunque su cuerpo se negaba en relajarse, un peso en sus hombros se esfumo. Ahora solo debe terminar con ese demonio y todo estará bien, es la misión que le dio el gran sabio aquella noche donde perdió todo.
"Naraku, las bestias fueron quienes se llevaron a tu niño"
Sí, ellos son los causantes de todo, ahora deben pagar y es momento de devolverles cada sufrimiento que paso por las noches estos largos años. Acabar con Taisho hará que todo se esfume como dijo aquel anciano, solo es clavarle el cuchillo de plata en su pecho y terminara.
Los dos hombres se miraron, aunque lo negaran hasta su último suspiro... Tal vez son más parecidos de lo que piensan.
-Higurashi. —Pronuncio el peli plateado. —Es hora de que mueras.
-Estás equivocado, este día morirás y pagaras por la muerte de Shiro.
-¿Qué?
Antes de que pudiera preguntarle más, el hombre de tamaño mediano se lanzó a él y trato de clavarle el cuchillo que agarraba con fuerza. Sesshomaru fue más rápido y lo esquivo, su cuerpo le pedía que se transformara en animal pero se negó, no acabaría con Naraku siendo lobo, no, lo haría siendo humano.
Naraku rió, se lamio sus labios y miro al peli plateado, sus piernas volvieron a correr para alcanzarlo pero de nuevo lo esquivo y esta vez golpeo su nuca para aturdirlo un poco. El cazador perdió por un momento el equilibrio pero de inmediato se enderezo y volteo a ver con odio a Sesshomaru. Sabía que le superaba en fuerza pero los años que entreno para matar a su especie no serán en vano, el cuchillo en su mano quemaba por la furia que contenía ese pequeño artefacto.
"Shiro murió por los Ookami, hermano Naraku"
No, no quiere pensar en eso.
"-¿Por qué debes creer lo que dice? Naraku, nuestro hijo se ahogó no fue asesinado por un lobo"
"-¡Mátala! Ella esta con las bestias."
Sesshomaru puede observar la confusión y desesperación de su enemigo, sus ojos buscaban por la habitación algo pero al mismo tiempo su cuerpo gritaba huir del lugar. Taisho no entendía, hace poco su mente se concentraba n matarlo y ahora parece perdido, aunque es una oportunidad para atacarlo y al fin acabar con el último Higurashi cazador, al mismo tiempo su conciencia se lo impedía. No puede aprovecharse de alguien en crisis.
-Higurashi. —Pronuncio con cuidado, sus manos se posicionaron enfrente como defensa ante algún ataque posible. —Cazador, debes estar aquí y no perdido en tus pensamientos.
Naraku le miro con los ojos inyectados de rojo, alzo el cuchillo de plata y corrió hacia él, con una fuerza que desconocía que poseía el humano pudo esquivar las manos que trataban protegerlo y pudo rasgar parte de su camisa y carne. Un gemido de dolor broto desde la garganta del Ookami, la plata le quema y el dolor es insoportable, aunque solo sea un rasguño. Naraku sonrió y volvió a lanzar cuchillazos sin importarle si en el proceso pueda dañarse, Sesshomaru olvido por qué se contenía y golpeo en el estómago al cazador, este retrocedió unos pasos por el impacto, el golpe fue tan fuerte que su aire abandono por unos momentos su cuerpo. Miro a Sesshomaru, sus ojos de color del oro relucían aun más intimidantes ante luz de la habitación, su cuerpo es más grande de lo que recuerda y sus puños fue el factor de pánico que invadió cada célula de su ser.
-El último lobo. —Pronunció con miedo. La leyenda que surgió ante la matanza de la iglesia católica se presentaba ante él ahora. Sus manos temblaban e hicieron que soltara el instrumento de plata. Se arrodillo, sus manos se apoyaron en sus muslos y agacho la cabeza, mordió el labio hasta que pudo sentir un sabor metálico. —Se supone que solo es una leyenda.
Sesshomaru camino hasta él, agarro del cuello a Naraku con tan solo una mano y lo estrello en la pared gris. El cazador trato con desesperación quitar la mano de su enemigo, sin embargo solo hizo que la presión sea más fuerte.
-Naraku Higurashi, es el momento de tu castigo. —Dejo libre al hombre, poco a poco el hombre desapareció y surgió un gran lobo gris.
Naraku admiro como al animal, el tamaño es sorprendente, incluso se atreve a decir que el tamaño superaba cualquier lobo que había conocido. El color en su pelaje brillaba, no era opaco ni nada parecido, sus colmillos pueden desgarrar a cualquiera y dios, esos ojos dorados como el oro, son tan profundos que te preguntas si están viendo tu alma ahora mismo.
Higurashi lo sabía, no iba a poder vengar a su hijo pero su final es tan magnifico que no tiene miedo.
-Shiro, papá ya va. —Cierra los ojos.
...
Kagome se despertó cuando escuchó una explosión cerca, su mirada se dirigió a su amigo, quien también la miro con preocupación.
-¿Qué ha pasado?—Pregunto horrorizada.
-Kohaku iba a hacer explotar ese lugar pero. —Miroku miro a los árboles, cuando Kagome y Rin estuvieron a salvo se alejaron del lugar y las llevo a unos kilómetros lejos de la sede de los cazadores. —Se supone que ellos deben estar aquí cuando pasara.
Kagome se levantó sin importarle su condición y camino con lágrimas en los ojos, algo paso, lo sabe.
-¡Sesshomaru!
Se agarró del tronco de un árbol cercano, sus piernas comenzaban a fallarle, grito por su compañero aunque su garganta empezara a doler. Miroku corrió de inmediato a ella y la cubrió con una manta, la abrazo e hizo que se soltara del tronco y se apoyara en él.
-Sesshomaru.
Entonces formas de cuerpos empezaban a distinguirse a los lejos, a un lado de cinco personas se distingue un lobo. Kagome solloza y se cubre la boca ante los sentimientos que la golpean.
El lobo se detiene en una reducida distancia, sus acompañantes que son el equipo de Kohaku e Inuyasha también lo hacen y entonces el Mac Tire aúlla; aúlla para avisarle a su alma gemela que ha escuchado su grito.
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Ookami 「狼」
ФанфикLa persona que lo puede salvar es una humana; la unica que pudo tocar tanto su corazón para vincularse. Sesshomaru no queria, deseaba no estar cerca de ella pero su cuerpo sólo pedía a gritos su cercanía. -Escuche tu grito de ayuda. Ella sonrió. -¿E...