"El pasado de Naraku"
(Especial 2)
Cuando Naraku se unio a los cazadores, más por orden de su padre, pensó que ayudaría a la humanidad de una forma. No lo pueden culpar, su familia y el clan de los cazadores le enseñaron que los lobos son los mismos demonios pisando por la tierra. Ellos son ignorantes que contaminaron la mente de un pequeño de 5 años, quien por supuesto les creyó todo a sus padres, pues para él, ellos son súper héroes.
Naraku creció, fue el mejor de su clase y termino dirigiendo un pequeño grupo de cazadores, quienes casi no mataban a los lobos pero sí trataban de tenerlos ubicados por cualquier cosa. Realmente el hombre no deseaba estar en una guerra con los animales, pensaba que los tiempos han cambiado para la idea tan anticuada de su clan. Por ello tenia demasiadas peleas con su familia, aunque no le importo cuando encontró al amor de su vida y tuvieron un hermoso hijo.
Naraku era feliz.
Lo era...Hasta que su rayo de luz, su hijo, murió en el lago una tarde de Junio.
Su esposa seguía diciendo que fue un accidente, pero él se negó a aceptarlo y de nuevo creyó en las mentiras del sabio de su pueblo.
-Se vengaron por la matanza de la Taisho, Naraku, esos monstruos mataron a tu hijo. —Le aseguro el anciano, y ciego por su dolor, le creyó aunque en su corazón sabía que era mentira. —Por eso debes comenzar la caza de los sobrevivientes.
-¿Incluso de los cachorros?—Preguntó el hombre con duda en su voz.
-¡Por supuesto! Ellos crecerán y vendrán por nosotros. Hermano Naraku, debes dejar de pensar que esas bestias necesitan nuestra compasión, ellas son el mal encarnado en la tierra. —El anciano miro con "lastima "al de cabello oscuro. —Y quienes mataron a tu hijo.
Esa frase fue suficiente para que Naraku recordara su ira, el recuerdo borroso de ese día y la tristeza que se instaló en su pecho.
-Juro matar a cada uno.
Y casi lo logro.
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Ookami 「狼」
FanfictionLa persona que lo puede salvar es una humana; la unica que pudo tocar tanto su corazón para vincularse. Sesshomaru no queria, deseaba no estar cerca de ella pero su cuerpo sólo pedía a gritos su cercanía. -Escuche tu grito de ayuda. Ella sonrió. -¿E...