22 "Vuelve"

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abrí la puerta de la cabaña con desesperación y jale a Miroku y su madre, quienes no protestaron.
Una vez adentro los tres, cerré la puerta y me arrodille junto con ellos para recuperar aliento, mi cuerpo ya exigía un descanso.

-¿Qu-Qué...?--Mi garganta se sentía seca y áspera.--Carajo.

La mujer mayor se apoyo de la pared de la entrada y bajo su cabeza. Se encontraba completamente cansada y su edad no le ayudaba demasiado en esta ocasión. Miroku aun con las piernas temblorosas, fue el primero en levantarse y caminar hasta la sala.

-¿Dónde están los cachorros?--Volteo a verme y su rostro representaba pánico puro.--No los veo.

Me levante en segundos, sintiendo el calambre en mis piernas.--Ugh, deben estar por aquí, ¡Cachorros!

La mamá de Miroku nos vio pero no pronuncio palabra y también busco, aunque ella tal vez buscaba perros. La presión en mi pecho crece cada vez más, hasta que escucho unas patas acercarse a nosotros y puedo visualizar a dos pequeños lobos correr hacia nuestra dirección. La mamá de Miroku se cubre con sus manos y niega repetidas veces con la cabeza.

-¡Aquí están!--Mi mejor amigo abre sus brazos para recibirlos. Los dos pequeños saltaron y tiraron al chico quien se dio un buen golpe pero seguía sonriendo.--Me alegro verlos bien, cachorros.

Camine con cansancio al sillón y me senté, observe a Miroku quien se dejaba lamer por los hermanos.--Señora, no le harán daño.

Como si mis palabras fueran magia, la mujer se levantó de inmediato al sillón conmigo. Sabía que el terror la invadía pero agradecía que no fuera de mente cerrada como los demás.

-¿Por qué están en esta forma?--El castaño acariciaba con cuidado el pelaje de los hermanos.--No me quejo, pero me acostumbre más a los mocosos.

-Porque hay una persona desconocida.--Mire a su mamá.--Sin ofender.

-No me ofende.

Los cachorros dejaron al chico y corrieron a mi, se subieron al sillón y se acomodaron en mi regazo, por obvias razones, Inuyasha es más grande que Rin y tuvo que cederle el lugar y acostarse a mi lado.

-¿Son los cachorros de los lobos que nos salvaron?--La mamá de Miroku los miro y sonrió.--Son lindos.

Pero yo estaba tratando de no llorar, mi corazón dolía al saber que Sesshomaru se quedo en un lugar lleno de cazadores. Deje de acariciar la cabeza de Rin y cubrí mi rostro con mis manos. Miroku de inmediato fue a abrazarme, tratando de tranquilizarme pero no podía hacerlo, saber que él arriesgo todo por mi es insoportable.

-Kagome, los cachorros se asustaran.--Me susurro Miroku.--Tranquila.

Sentí como los dos bajaban del sillón, aparte mis manos y los vi sentados frente a mi y con sus cabezas ligeramente inclinadas, tal vez trataban de comprender lo que sucedía.

-Lo siento.--Cerré mis ojos y trate de reprimir mis ganas de salir a buscarlos.--Lo siento.

Mi mejo amigo se alejo un poco y limpió las gotas saladas de mi rostro.--- Ellos volverán.

Y quise creerle. Pero no podía.
¿Realmente iban a sobrevivir a los cazadores y sus armas? Sesshomaru me aseguraba que sí, pero cuando lo vi ahí, rodeado de los humanos y las pistolas, mi mente me traicionaba y pensaba el peor escenario.

Entonces...
Se escucho un disparo y aullidos. Me levante de inmediato, sin esperar a mi amigo y corrí a la puerta. La abrí, salí y comencé a correr.

"Sólo espera un poco más"


Ookami 「狼」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora