Ookami 「狼」

27 "Kagome Ookami"

Miroku miro la mochila celeste, después a su madre y finalmente a Sesshomaru.

-¿Están bromeando?

Sesshomaru negó.

-Lo mejor es que tu mamá se vaya lejos por un tiempo. – Suspiro y siguió con su conversación.—Los cazadores siguen buscándola y,  tú lo sabes, la harán hablar cueste lo que cueste.

Ese pensamiento nos erizo la piel a ambos y sacudimos  nuestras cabezas. Mi mejor amigo lo comprendió y le dio un gran abrazo a su mamá, los dos empezaron a llorar y prometerse que volverían a estar juntos una vez que todo acabara.
Nos despedimos de la señora unas horas después.

Inuyasha, en su forma lobuna,  jugaba con una pelota que le regalo Sesshomaru hace tiempo.  Se movía de un lado a otro con el juguete y gruñía cuando tratamos de quitársela. Sí, es todo un cachorro en crecimiento.
Miroku se encontraba con Bankotsu hablando sobre nuestra partida próxima,  mientras que Rin y Sesshomaru preparaban la comida.

-Kagome. – Sonreí y mire la vieja foto que Sesshomaru me dio ayer. – Es un placer llevar tu nombre.

Después de llorar en los brazos del lobo, me guio de nuevo a la habitación, nos acostamos juntos en la cama y de nuevo me envolvió en sus brazos.  Recargo su barbilla en mi cabeza,  mientras que yo escondía mi rostro en su cuello. Nuestros latidos se sentían y nuestros sentimientos comenzaban a adueñarse de nosotros.
No se cuanto tiempo nos quedamos en esa posición,  dando confort mutuamente, pero,  me encontraba tan cálida y protegida que no quería moverme.

-Mi abuela fue la primera líder de la manada.—Comenzó a hablar.—Siempre fue un mujer poderosa,  nadie se atrevía a contradecirla o desobedecerla. Por ello se convirtió en el líder aun siendo una mujer, mi abuelo no protesto y sólo se dedicó a protegerla.

Asentí con la cabeza, mi nariz acarició su cuello con delicadeza y me concentre en la historia que me contaba.

-Ella nos protegió de muchas amenazas y también sello muchos tratados de paz.  Kagome Ookami fue nuestra salvación.

-¿Cómo conoció a mi abuela?

-Uhm,  no lo sé.  Mi abuela siempre fue misteriosa.

Sonreí, de una forma mi abuela también era misteriosa y sólo me contaba cuentos de los Mac tire, pero nunca supe si eran verdad o inventos de ella. 
Me acorruque más al peli plateado,  su voz me calma. Él siguió hablando de su abuela,  mas recuerdos de su niñez y su presencia en ella,  pero es agradable escucharlo hablar de su pasado,  antes de que todo se arruinara.

Sesshomaru nos hablo cuando la comida ya se encontraba lista.  Bankotsu con la ayuda de Miroku , caminaron al comedor y se sentaron,  Inuyasha cambio de forma y se coloco su pantalón rojo y corrió a la mesa,  mientras que yo me levantaba con calma y camine lento hasta llegar con los demás.
Cada uno platicaba, Sesshomaru servia la comida y Rin sólo sonría con sus mejillas sonrojadas.  La imagen me produjo ternura. Ellos son mi familia.

-Siéntate. –El peli plateado se acerco y me dio un beso en mi frente. –En unos momentos estaré contigo.

Sonreí y camine al asiento de la derecha,  la que de encontraba alado de la de Sesshomaru.  Salude a Bankotsu y cuando estaba lista para sentarme y esperar por mi compañero,  un ruido fuerte en la puerta nos alertó a todos.

-¡¿Qué?! –Bankotsu agarro un tendedor y se alzo.

Miroku agarro a los cachorros y los protegió con su cuerpo.  Sesshomaru en seguida ya se encontraba a mi lado y su mano agarrando la mía.

-¡Hermana!

Aquella voz.
Me solté de su mano y corrí a la puerta con desesperación. La abrí y observe la persona que se encontraba frente a mí.

-Hermana. –Su cabello se encontraba despeinado y su mejilla se encontraba dañada por un golpe que recibió.—Ayuda.

-S-Sota.