16 "Bankotsu"

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Algo de Bankotsu me hacia dudar, no era particularmente interesante pero, algo en su mirada y forma de expresarse, hacían que mi corazón latiera de prisa y quisiera preguntarle su vida.
No lo comprendía, aunque me quedaba claro que no era ningún sentimiento amoroso, pues lo veía más como un pariente lejano que de repente regresaba.

-Hola, soy tu nuevo compañero.--Me saludo con una gran sonrisa en su rostro.--Espero que nos llevemos muy bien.

-Hola, es un placer.--Lo mire detalladamente y de nuevo mi corazón se aceleró. Me sonroje al pensar que podía escuchar mis latidos.

El chico se sentó en la banca de adelante, me regalo una última sonrisa y volteo a ver al maestro. Mis compañeros lo miraron asombrados, no podían creer que se sentara cerca de la marginada, debía ser una broma, sin embargo, Bankotsu seguía sonriendo y hasta me regalo un dulce que había escondido en su mochila.


-Ah.-- Deje mi sanwich en mi regazo y observe al chico nuevo. Desde que salimos al reseco no se despegaba de mí e ignoro los llamados de Kikyo.--Disculpa.

Bankotsu le dio un sorbo a su refresco, hizo una señal con su mano para que continuara hablando.

-No entiendo que haces aquí.

-Eso.--Bajo su lata a la altura de su estomago.-- Básicamente vengo a estudiar, mi estúpido tío le dijo a mi abuela que debía hacerlo y ¡Ugh! Estoy seguro que la soborno con chocolates. Es un horrible ser vivo, te lo aseguro.

-Me refiero, ¿por qué estas conmigo?

-Oh.-- Miro el refresco.--Bueno, me caes bien y eres la única que no me acosa para conseguir mi número.

Kikyo o Sango. Odian llegar a actuar de una manera muy acosadora cuando se trataba de los chicos nuevos, más si este era atractivo.
Le di la razón y seguí comiendo, claro que me encantaría preguntarle si nos habíamos encontrado antes, pero no quería asustar al chico y hacerle creer que era una de sus acosadoras.
Comimos en silencio, uno muy cómodo, donde no hacia falta rellenarlo con una platica superficial o falsas sonrisas, sólo teníamos que mirar al frente; cómodos con la compañía del otro.

-¿En serio? ¿Con la loca?

Los dos miramos sobre nuestros hombros un poco molestos, interrumpieron nuestro momento especial sólo para que Sango nos mirara enoja. Ya me estaba cansando de su actitud.

-Hola~-- Bankotsu alzo su mano y saludo a la chica. No se notaba incomodo o curioso por las palabras de la chica.--¿Quieres acompañarnos?

La castaña bufó y rechazo la invitación, aún así, se acercó hasta nosotros y se sentó alado del chico, quien sólo levanto los hombros y siguió disfrutando del silencio.

-¿No piensas hablar?

Rodee los ojos, no me metería en este asunto.

-No.-- la voz de Bankotsu fue fuerte y clara. Sango mordió su labio inferior, estaba lista para seguir hablando.-- Y agradecería que tampoco lo hicieras.

Se levantó enojada y se fue. Suspire de alivio, me gustaba mi nuevo amigo, era realmente útil.

-Loca.--Susurro.


-¿Qué haces aquí? ¿Dónde están los pequeños?--Los busque con la mirada y al darme cuenta que no lo acompañaban, me sentí nerviosa y enojada.-- Deberían estar contigo siempre.

Sesshomaru me entrego un café frió de la cafetería "Sora". Estábamos en la entrada de mi escuela, al parecer se le ocurrió que era buena idea venir a recogerme y traerme algo refrescante, aunque de lo agradecería, me preocupaba más el hecho que dejo a los cachorros solos y más cuando los cazadores seguían por el pueblo.

Ookami 「狼」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora