Ookami 「狼」

41 "Ayame"

¿Alguien más  quiere acabar este fic? JA JA JA.

Cuando desperté, lo primero que observe fue una celda enfrente, esta se encontraba abierta. La ignore y me levante, el dolor en mi espalda fue lo suficiente fuerte para que jadeara de dolor y me quedara sentada. Inhale aire y lo solté poco a poco, mi cabeza duele hasta la mierda pero no quiero concentrarme en esto ahora, al menos quería levantarme sin sentir ganas de llorar y buscar una salida.

El espacio en sí, es pequeño y huele a humedad mezclado con orines, incluso los pequeños rayos de sol que apenas se filtraban por una ventana pequeña en una esquina hacia que el lugar adquiriera un ambiente más siniestro. Apoye mis manos en el suelo y me impulse para levantar, aunque me tambalee un poco, logre hacerlo y visualizar mejor el cuarto. Realmente sientes encerrada, las paredes grises y sucias te daban escalofríos por todo tu cuerpo, la celda soltaba un aroma desagradable y lo demás, bueno, ya no hay nada, solo una puerta de metal con una pequeña abertura, que de igual manera se encontraba cerrada. No importaba cuanto intentara pensar en un plan para escapar, no hay forma de hacerlo sin alertar a mis secuestradores.

-Espero que Rin haya escapado. —Mire hacia la ventana. —Por favor, que haya escapado.

-Es imposible escapar de ellos. —Una voz de una mujer me hizo dar un salto y voltear hacia una esquina, por la oscuridad de la habitación no pude visualizar a la persona. —Lo sé, me llevo cinco años darme cuenta.

Poco a poco avanzo hacia mí y cuando mis ojos se acostumbraron a la oscuridad y los pequeños rayos pudieron ayudarme con el proceso, mis pies se alejaron de inmediato al notar quien se encontraba frente a mí. La misma chica de caballera roja que sostenía una cabeza del ser humano que anteriormente había matado.

-Oh no, no. —Toque la pared, me voltee para tratar de encontrar una salida y alejarme de ese monstruo pero sabía que no había una, pero mi mente se negaba a morir en esa celda.

-Parece que me reconociste. —La chica camino unos pasos a su izquierda pero no intento acercarse. —Bueno, te deje una mala impresión la primera vez que nos vimos.

Trague saliva tal vez así quería Naraku que muriera, en manos de un Ookami violento. Bueno, al menos pude salvar a Rin y ame con todo lo que tenía a Sesshomaru, si iba a morir aquí, en un lugar que fue olvidado hace tiempo, no tengo arrepentimientos.

-¿Me mataras?

-¿Qué?—La chica negó con su cabeza. —Claro que no, ¿acaso no ves este lugar? Aquí es donde me dejan después de que cumplí con una misión. Uhm...Se podría decir que te dejaron aquí porque serás como yo... ¿Tal vez? No sé.

Visualice de nuevo la habitación y un escalofrió recorrió toda mi espalda ¿realmente la tenían aquí? ¿En este lugar?

-¿Desde cuando estás aquí?—Pregunte con curiosidad.

-Uhmm, desde que tengo memoria. —Suspiro y se sentó en el suelo. —Siempre he estado aquí.

-¿Q-Qué?

-Desde que nací me tuvieron encerrada aquí. Solo me sacan cuando debo rastrear algo o alguien... O cuando debo matar. —Sonrió, su mirada se fijó en una grieta cerca de ella. —Para eso sirvo.

-¿Para matar?

Ella negó. —No, para obedecer. Por cierto, me llamo Ayame a secas, él siempre ha dicho que fue muy amable en darme un nombre pero que no esperara un apellido.

Mi corazón se estrujo, imaginar a una pequeña en este lugar y que le dijeran esas palabras es demasiado cruel e inhumano. Esto confirma que los verdaderos monstruos son los cazadores y no los Mac Tire como ellos dicen.

Ayame se levantó y camino hasta la jaula, se metió en ella y se volvió a sentar pero mirando hacia el otro lado, no entendí que sucedía y el por qué actuó de esa forma, trate de acercarme aunque cuando me encontraba a unos pasos, el ruido de la puerta abriéndose me hizo detenerme y voltear hacia atrás.

-Él vuelve...

Naraku entro con una sonrisa en sus labios y a su lado Sango, quien al verme sonrió con arrogancia. Los dos cazadores caminaron hasta quedar frente a mí, Ayame ni emitió ruido.

-¿Empezamos?—Naraku se cruzó de brazos y alzo su mentón. Lo está disfrutando, sabía que me tenía en sus manos y yo no me defendería. —Oh Kagome, nos vamos a divertir tanto hoy.

"Los Mac Tire son valientes en cualquier situación, no importa si están a punto de morir, ellos nunca bajaran su cabeza ante un enemigo. —Mi abuela miro su viejo álbum de fotos. —Por eso debes honrar tu nombre y ser valiente como ellos, Kagome"

-Lo deseo. —Mi sonrisa no llego a mis ojos pero no baje mi mirada al suelo y sólo observe a Naraku.

El hombre dejo de sonreír.

JA JA JA...Necesito acabar este fic ¡ya!

:3 los jamo con quesito.