La persona que lo puede salvar es una humana; la unica que pudo tocar tanto su corazón para vincularse.
Sesshomaru no queria, deseaba no estar cerca de ella pero su cuerpo sólo pedía a gritos su cercanía.
-Escuche tu grito de ayuda.
Ella sonrió.
-¿E...
Corría por el bosque con lágrimas recorriendo por mis mejillas. Mis piernas pedían a gritos descanso pero me negaba a dárselo, no podían parar ahora y abandonar a Sesshomaru. Mire el camino por delante y cerré los ojos con fuerza, el dolor incremento.
-¡Sesshomaru!---Grite con todas mis fuerzas, quería darle a entender que estaba cerca, que nunca lo dejaría. Abrí los ojos y gire a mi derecha.
Tropecé con una rama y caí de rodillas, raspándolas y sintiendo el ardor en ellas, aun así, me negué a ceder al dolor y me levanté. Entonces, escuché su aullido, su grito de ayuda.
-Espera. --Limpie la sangre que bajaba por mis piernas y corrí de nuevo. La presión en mi pecho aumento.
Era la única que podía salvarlo de aquellos monstruos. Gire a mi derecha, trataba de buscar un camino más rápido hacia el lugar que escuche su aullido. Mis ganas de salvarlo me quemaba, es una necesidad que mi cuerpo me exige y no puedo negarme. Ni siquiera el temblor en mis piernas me detenían, podía sentir el terror de enfrentarme a las personas que conozco desde niña, incluso lastimarlas para proteger a Sesshomaru, aunque eso pasaba a segundo plano cada vez que recordaba el aullido lastimero. Me apresure, con mis manos apartaba las ramas de los árboles, debía llegar rápido hasta él.
-¡Ven!--El grito de un hombre me alerto.-- ¡No te tengo miedo, lobo!
Ignorar el ardor en mis piernas y corrí hasta el lugar. Pude visualizar al señor de la tienda de verdura caminando en círculos junto al lobo de Bankotsu. Traía en sus manos una espada, mientras que mi amigo enseñaba los colmillos y no dejaba de verlo. Me alarme de inmediato y corrí hasta quedar frente a ellos.
-¡Alto!--Le di la espalda a Bankotsu y me concentre en el hombre.--- No puedes hacerle daño.
-¿Kagome?---Sacudió la cabeza, bajo la espada.--- ¿Qué rayos haces aquí? Deberías estar con las mujeres y niños.
¿Sólo por dos lobos mandaron a la mayoría al refugio?
-¿Ah?
El hombre trato de acercarse a mi, pero Bankotsu lo detuvo con un gruñido. Entonces regrese a la realidad y lo que estaba sucediendo a mi alrededor.
-Señor, regrese a su casa.-- Alce las manos y di unos pasos al lobo.-- Yo estaré bien.
-Entonces es cierto.--Sonrió y tiro su arma al suelo.--Bueno, realmente son un cobarde para enfrentarme a este animal. Kagome.--Su voz se volvió temblorosa.--Ellos...Los cazadores están buscando el escondite de los lobos y el compañero de este.--Señalo a Bankotsu.--Se esta enfrentando a la mayoría de nosotros, incluso a Naraku.
Mi corazón se aceleró con tan sólo pensar en el peligro que se encontraba. El hombre suspiro y camino en dirección contraria a nosotros, tal vez, él sólo se involucró para que no fuera señalado por los demás. Una vez solos, Bankotsu se acerco y se sentó a mi lado, esperando que yo reaccionará pero... Todo mi cuerpo temblaba.
-N-No se que hacer.--Solté un sollozo.-- Él...Él necesita mi ayu-ayuda y ¡No sé como ayudarlo!
El lobo negro acerco su osico a mi mano y lamió mis dedos. Esa era su muestra de lealtad a mi.
Sonreí. Mordí mi labio inferior, tenia que correr hacia Sesshomaru si lo quería salvar y alejarlo de los monstruos. Entonces, con la voluntad que me quedaba y mis fuerzas, mire a Bankotsu y comenzamos a correr, él mi guiaba mientras que yo intentaba seguir el paso.
"Espera por mi"
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