La persona que lo puede salvar es una humana; la unica que pudo tocar tanto su corazón para vincularse.
Sesshomaru no queria, deseaba no estar cerca de ella pero su cuerpo sólo pedía a gritos su cercanía.
-Escuche tu grito de ayuda.
Ella sonrió.
-¿E...
Pero antes de que empiecen a leer, quiero aclarar algunas dudas que pueden surgir en este capítulo.
La primera, sólo es una parte del sucedo.
Segundo, no odien a Sesshomaru por una respuesta.
Tercero, en una parte el narrador cambiara a tercera persona y tendrán que escuchar una canción que les dejare. No lloren. (si es necesario, repitan la canción)
Ahora sí, les dejo con el capítulo.
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-¿Por qué lo hiciste?—Mire a Sota con lágrimas en mis mejillas. El dolor de ser traicionado es demasiado desgarrador. Mi hermano bajo la mirada, tratando de ocultar la tristeza que sentía.
Sesshomaru bajo todas las cortinas, corrió hasta la cocina y busco por los cajones las armas ocultas que tenia, mientras que Bankotsu guiaba a los cachorros y Miroku al escondite de la cabaña. Cada uno se preparaba para el ataque, pero yo no podía separarme de Sota, quería saber sus razones para hacer esto...Traicionar a su hermana.
El lobo camino hasta nosotros, con su cuerpo cubrió a mi hermano y tomo mi mano.
-Kagome, debemos escapar.
Negué, lo aparte del camino y seguí observando cada movimiento de Sota, realmente sólo necesitaba una respuesta por parte de él, aunque fuera absurda, no me importaba. Sesshomaru gruño, pero me dejo sola con él y fue a asegurarse que todo estuviera en orden. Se lo agradecí.
-Sota. —Mi voz sonó más potente y firme, me sorprendía que no tartamudeara.
-Na...Naraku me dijo. —Su voz fue débil. —Cuando escaparon, Naraku te siguió y averiguo esta ubicación. —Levanto la mirada. —Dijeron que si era capaz de entrar y bajar sus guardias... Dejarían a nuestros padres en paz.
-¿Eh?
-Mamá está encerrada y papá. —Comenzó a llorar. —Él está siendo torturado por dejarte ir.
Mi pequeño hermano se cubrió su rostro y sollozo, es cuando me di cuenta que sólo tenia 10 años. Un niño de diez años esta siendo obligado a hacer cosas espantosas y cargar con la vida de sus padres.
-Lo siento. —Di un paso hacia atrás. —Sufres por mi culpa.
Sota sonrió, aunque apenas llegaba a sus ojos, y dejo salir un suspiro.
Sesshomaru llego de nuevo y sin importarle que seguía tratando de hablar co mi hermano, me cargo como si fuera una bolsa de papas. Grite y le di golpes en su espalda, pero él me ignoro y me guio hasta la puerta secreta que llevaba al bosque.
-¡Oye!—Me bajo con cuidado y me miro con el ceño fruncido. — ¡Estaba hablando con mi hermano!
-Lo sé, te deje cinco minutos con él. —Abrió la puerta y me dejo entrar primero. —Pero sólo estaba haciendo tiempo para traer todo lo necesario con nosotros...Aparte, Sota también hacia tiempo para esperar que los cazadores aparecieran.
