—¿Cómo? —Pregunté confundida de haber oído mal.
—Sí. Casi pierdes tú alma —Carlos parecía estar seguro de lo que decía—. Es algo raro que suceda. Pero sólo algún ser extremadamente poderoso puede robarte el alma, aunque estés viva, demasiado lejos, o ambas.
—Cipactli —empecé a especular.
—Exacto —dijo Jonas—. Ella quiere sacarte del camino. Eso significa que ella ha encontrado un modo de llegar antes. Eso significa que tú eres parte de su plan. Eso significa que debemos prepararnos para la batalla. Eso significa que...
Jonas lucía confundido.
—Correcto, Jonas —el padre de Rodrigo entró a la enfermería. Wow, dos veces aquí el mismo día—. Necesitamos refuerzos. Es por eso que, en la última reunión de la Corte, hemos decidido reabrir el Campamento.
—¿Qué? —Todos preguntamos sorprendidos.
—Lo hemos hablado en la Corte. Sopesamos las opciones. Vimos ventajas y desventajas de todas las opciones posibles. Ésta es la mejor. Traer a todos los semidioses aquí. Y a los sacerdotes. Podemos prepararlos a todos a tiempo para una guerra. Aún estamos en mayo, y el momento prefecto para que Cipactli ascienda es en los días fatídicos. Los últimos cinco días del año. Si comenzamos ahora, podremos armar un ejército para combatir contra las fuerzas del mal.
—Pero señor —dijo Jonas entrando en pánico—. Recuerde lo de la última vez.
Yo sí lo recordé. Recordé la Revolución, la masacre en el Campamento de ese entonces, la sangre bañando las calles.
—No será como hace cien años. Creo que, en esta nueva época, los semidioses sabrán comportarse se forma civilizada. Además, está vez, los dioses estaremos aquí, apoyándolos y guiándolos. Evitaremos que la historia se repita.
También recordé las ideas de Rodrigo sobre un campamento, donde todos los semidioses estén a salvo. Un lugar donde todos puedan pertenecer a un lugar. Pensé en ese chico de España. Sin duda, si ese chico era real, yo me encargaría de darle una buena bienvenida. Igual que a la chica de las fotografías, y a los hermanos italianos. Incluso al chico asiático del desierto mágico.
Me uniría al staff de bienvenida.
—¿Cuándo, uhmm, cuándo comenzaría esto del campamento? —Preguntó David curioso.
—Mañana a primera hora. Los dioses llegaran a construir Pirámides extras para todos los semidioses. Y hoy mismo comenzarán a llegar semidioses. Hay algunos que requieren ayuda de inmediato.
»Así que les pido de favor, a todos ustedes, que ayuden en lo que necesitan a estos chicos. ¿Quedó claro?
Todos asentimos.
—Bien. Mañana será un día bastante ocupado.
Agachó la cabeza, como si se sintiera cansado. Pero llevaba una sonrisa en el rostro. Yo también. Mañana, Rodrigo estará con nosotros de nuevo.
.
No había pasado ni una hora desde que Huitzilopochtli se había ido, cuando llegó la primera semidiosa.
Jonas y yo estábamos a los pies de la Pirámide del Sol, esperando a que alguien llegara. Ninguno hablaba, estábamos demasiado ansiosos para ello. El silencio de la noche nos rodeaba, pero no era un silencio incómodo.
Así que cuando ocurrió ese primer destello de luz, ambos corrimos hacia la chica.
La verla, mi primera impresión fue que había metido su cabello en salsa chimichurri. Me reí de tan sólo pensar eso. Pero no era el caso, sólo tenía teñidas las puntas. Llevaba lentes de armazón grueso. Su padre, un dios que no conocía, le asintió.
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La Trilogía Azteca 2: Los Nueve Infiernos
AdventureTras lo ocurrido en la batalla de la Calzada de los Muertos, Mich está destrozada. Por no haber podido aclarar sus sentimientos hacia Rodrigo a tiempo, su mundo se puso de cabeza. Y eso, acentuado con la desaparición de Payne, es todavía peor. A...