43. Final

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Payne

Desde la punta de la Pirámide del Sol, observé toda la Calzada de los Muertos, el lugar donde los hombres se convierten en dioses.

Lucía igual a cuando nos habíamos ido. Los semidioses entrenaban sus habilidades, otros jugaban con la pelota, algunos más simplemente estaban conversando: estaban disfrutando de la vida. Había también algunos dioses presentes, realizando actividades con sus hijos, o congregados en la Plaza de la Luna, el lugar donde se llevaría a cabo el ritual.

Tenía que apresurarme, si Tocátl me había enviado de regreso al Campamento, era porque la hora estaba cerca.

Sentía un ligero cosquilleo en las puntas de los dedos, lo que me hizo voltear hacia abajo. Alcé mi mano derecha y chasqué los dedos, encendiendo una pequeña llama violeta, que danzaba con el viento. Bien, al menos seguía teniendo mi poder ígneo.

Respiré hondo y solté un suspiro. Me dirigí hacia la cara trasera de la Pirámide, dispuesto a bajar por ahí. Tenía poco tiempo, así que saqué una patineta de mi bolsillo y me deslicé por el lateral de la Pirámide.

Sólo que hubo un problema: no calculé la velocidad a la que debía bajar, ni aquella grieta que volvía irregular la superficie de la Pirámide. No logré frenar a tiempo y salí volando por los aires. Justo antes de estrellarme contra el suelo y romperme el cuello, pensé "no puedo creer que moriré en una broma del día de los inocentes".

Entonces, lo último que mis oídos escucharon, fue un "crack", y todo se volvió oscuridad.

Fin del libro 2.




***

¡Feliz día de los inocentes, inocente palomita!

Jejejeje, bai.

L.

PD. No me lapiden :3 o no podré subir el capítulo real, mañana :3

La Trilogía Azteca 2: Los Nueve InfiernosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora