Día 33 (continuación/6)

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A veces se reduce a una elección. Entre salvar a una persona y salvar al mundo entero. Lo he visto, y soy lo suficientemente egoísta para querer que la persona que me ama me escoja a mí. Pero los nefilim siempre elegirán salvar al mundo. Miro a Alec y me siento como Lucifer en El paraíso perdido: <<Avergonzado se halló el Diablo. Y sintió cuán sobrecogedora es la bondad.>> Lo decía en el sentido clásico. <<Sobrecoger>>: que inspira temor por su grandeza. Y ese temor está bien, pero el amor es un veneno. El amor tiene que darse entre iguales.
(Ciudad de fuego celestial)

Y luego "No quiero el mundo. Te quiero a ti." 😍

* * *

[Día 33]

POV MAGNUS

Cuando por fin logro entender las palabras de Alexander me quedo sin aliento, mi corazón doliendo un poco.

<<¿Podrías traducirlo en palabras para mí? Tú me ves, pero yo no veo lo que tú ves en mí o cómo lo haces, y nunca lo haré. Dime, Magnus. Mírame y dime qué ves.>>

Mi ceño se frunce un poco más, esta vez con comprensión.

Alexander me vio con sus manos, amo mi piel con la suya, acarició físicamente del modo en que la mayoría solemos hacer con una mirada.

Mirar a alguien, arrastrar la mirada por su rostro, cuerpo...y sonreír.

Él lo hizo con sus manos. Dibujó con el tacto y me sonrió sintiéndose libre conmigo. Y ahora es mi turno de expresar con palabras mis miradas para que él entienda que podemos comunicarnos y adorarnos.

Yo estaba equivocado cuando hablé con Luke en Edom. El amor no necesita darse entre iguales, él y yo fuimos diferentes antes, y lo seguimos siendo ahora. Eso nunca va a cambiar, de ningún modo podríamos ser iguales, nadie lo es. O tal vez es el amor lo que nos hace iguales, cuando dos corazones se comprenden y van a un mismo ritmo, es la única igualdad que importa.

Él no dice nada. Sus ojos fijos en mí. Muerde sus labios a la espera.

Con un suspiro me alejo de él lo suficiente para girarme y mirarlo de frente. Mis manos acarician sus hombros hasta subir a su cuello y su rostro. Sus ojos se cierran lentamente.

-¿Qué veo? Físicamente veo a alguien perfecto. Tu piel -mis palabras acompañadas de una caricia- pálida, suave, teñida de un hermoso rubor. Tus labios rosados, gruesos, tentadores, pero sobretodo hermosos cuando sonríes. Tu cabello oscuro, contrastando perfectamente con tu piel. Tu nariz, la línea imperfecta de tu nariz que sólo logra acentuar tu belleza. Tus cejas oscuras y gruesas, enmarcando unos perfectos ojos azules que insistes en ocultar al mundo...

Una lágrima se desliza en ese preciso momento.

POV ALEC

Mis ojos. No son perfectos ni hermosos.

Cuando él lo menciona no logro contener más las lágrimas que se han ido acumulando. Y me arrepiento de haberlo pedido, porque es difícil describir a alguien sin hablar de sus ojos, de su mirada...

Después de varios parpadeos, intentando no soltar más lágrimas, mis ojos se abren. Sintiendo la luz del sol, deseando tanto ver al hombre frente a mí, sus ojos cuando me mira. Leer en ellos, que no tenga que decírmelo...

-Tus ojos que tú crees vacíos y sin vida y que, en realidad, tienen exceso de ella. No hay un azul más profundo y expresivo que el de tus ojos, Alexander. Yo... Estoy encantado con ellos, ¿sabes? Agradezco enormemente que me dejes verlos, que no los ocultes más de mí. En tus ojos puedo leerte, no importa si tú crees que en ellos no hay nada.

El nudo en mi garganta me impide hablar. Y sus manos me impiden moverme y huir.

-La primera vez que me acerqué a ti no sé muy bien que me convenció. Pero tus ojos, esa mirada tuya llena de sorpresa debió reflejar la mía, eso fue lo que me hizo quedarme. En esa ocasión los ocultaste al instante de mí, así como en los sucesivos días quisiste hacer con el resto de ti, privarme de tu presencia y después, aunque presente, crear una barrera entre nosotros.

Porque lo necesitaba, no entendía qué estaba pasando, que me estaba pasando.

-Y entonces te fui conociendo, a ti, este Alexander que ha tenido que enfrentar situaciones tan difíciles y sigue en pie. Tu rostro, tus expresiones, tus labios y ceño fruncidos, y la tristeza y la intensidad en tus ojos son suficientes para admirarte, Alexander. No cualquiera habría perdido la vista y seguido con su vida como tú lo haces. Yo te veo y veo a alguien valiente, alguien fuerte, que no puedo más que admirar y amar cada segundo más.

Y yo...yo definitivamente estoy llorando, porque no eran estas palabras las que esperaba. Porque es imposible que alguien vea eso en mí.




CONTINUARÁ...

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Tu corazón me siente (malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora