Tu corazón me siente (malec)

Día 43 (continuación/4)

La certeza de un te quiero se encuentra firme pero en espera, que el misterio de tus ojos me revele lo que piensas, lo que sientes, lo que callas, lo anhelas, lo que sueñas, que si como te pienso, tú me piensas, me puse a imaginar que aun si no estás cerca en algún momento lo estarás 🎶❤

Feliz cumpleaños edithABLfresa 🎉

* * *

[Día 43]

POV MAGNUS

<<También quiero sentir tu piel>>

Tardo un momento en entender lo que quiere decir. Mis manos se han congelado sobre la piel suave de su espalda. Las yemas de mis dedos sintiendo la calidez de su cuerpo.

Pasa otro momento de silencio antes de que me dé cuenta que él espera que yo diga algo. -¿Quieres sentir mi piel?

Su cuerpo se tensa sobre el mío, después se estremece un poco antes de relajarse. Su rostro caliente va hacia el hueco de mi cuello, ahí suspira un "Sí" avergonzado que eriza mi piel. Uno de sus pulgares acaricia un lado de mi cuello como si adivinara el efecto que tiene sobre mí.

Mis manos agarran firmemente su cadera antes de ponerme de pie y llevarlo conmigo. -¿Q-qué p-pasa? -él empieza a tartamudear y hablar demasiado rápido otra vez-. No tienes que irte, Magnus de verdad, no me has dicho a qué venías. Y no me has molestado o incomodado, sólo me sorprendió, pero...

POV ALEC

La suave risita de Magnus me hace detenerme.

Totalmente perdido en esta situación, ya no entiendo nada.

-No me estoy yendo -es más su mano acariciando mi mejilla y bajando hacia mi brazo lo que me tranquiliza, más que sus palabras-. Sólo espera un momento.

Estoy por preguntar otra vez, cuando el sonido inconfundible de la tela deslizándose sobre la piel se escucha.

Me obligo a tragar sobre el nudo de mi garganta y a intentar reunir las palabras de nuevo. Pero parece que he perdido la capacidad de hablar, o incluso de pensar, lo único que puedo hacer -apenas- es respirar. E incluso eso, mientras pienso en toda la piel de Magnus que esta ahora descubierta, se me dificulta.

Magnus se acerca a mí. Lo escucho, lo siento, y el calor de su piel empieza a calentar la mía. Una de sus manos toma una de las mías y la acerca a su abdomen duro y marcado. Mis dedos tiemblan sintiendo la perfección de sus músculos, de su cuerpo, de la piel que pedí sentir y que él me está concediendo.

Intento retirarla, pero Magnus no me deja. Con la suya empieza a guiar mi mano hacia arriba, pasando cada abdominal, su pecho, las clavículas marcadas que mis dedos siguen voluntariamente, recorriendo cada hueso hasta llegar a sus hombros, acariciar la curva que va hacia su cuello y para este momento mis manos ya viajan libres por su piel, resbalando por sus brazos hasta entrelazar nuestros dedos y juntar nuestros pechos desnudos, sentir el calor y el latido contra el otro.

Magnus suspira cerca de mi oído. -Aunque no lo creas, entiendo lo que dices con palabras y lo que no. Apenas estás aceptando estar enamorado y reconociendo el amor, es muy pronto para entregarte por completo, físicamente hablando, para hacer el amor. Pero tú, como yo, quieres sentirme cerca, presente, real. Tu cuerpo añora el mío, por eso quisiste sentir mi piel como yo me perdí en la tuya al verte. No debes avergonzarte por pedir lo que quieres. Nunca. No conmigo, Alexander.

POV MAGNUS

-Gracias -una sola palabra que me hace derretirme contra él. Sus manos dejan las mías para recorrer mi espalda.

-¿Por medio desnudarme para ti?

Él niega, ignorando mi intento de broma. Sus manos no detienen sus movimientos en mi espalda. Y es perfecto, perfecto volver a sentir sus caricias después de un siglo, después de creerlas perdidas para siempre.

-Por llegar a mi vida, Magnus. Por no rendirte conmigo. Por ser paciente. Por estar aquí, por creerme suficiente, por dejarme sentirte.

Planta ambas palmas de sus manos en mi espalda ante las últimas palabras. Y ahí las deja, el calor manando de ellas hacia mí.

-¿Tú crees que yo sólo quiero sexo, Alexander? Si supieras cuánto significa este momento para mí. Gracias a ti por haberme dado esos primeros treinta días que nos trajeron a este momento. Te amo, Alexander. Y cada caricia que me das es suficiente para mí, para mi corazón.

CONTINUARÁ...