Día 52

1.2K 201 69
                                    

Mi terco e inseguro corazón es demasiado frágil para sostenerse por sí mismo.
(J.A.)

* * *

[Día 52]

POV MAGNUS

Dejo pasar mi índice por la mejilla ruborizada de mi Alexander, que se enciende un poco más ante la caricia.

Ha estado tan distraído desde ayer.

Da un salto en su lugar, unos segundos antes de que sus labios se frunzan en algo muy parecido a una sonrisa. Su rostro se vuelve hacia mí, esos hermosos ojos azules que incluso si no me ven, no impide que me conozca y me sienta mejor que nadie, a pesar de estar reconociéndonos de nuevo.

-¿Vas a decirme ya qué te sucede?

Sus ojos se abren sorprendidos un momento, justo antes de que su ceño se frunza, y sé que definitivamente hay algo porque sus mejillas siguen rojas. Y después su tartamudeo me lo confirma: -N-nada, no me pasa n-nada. ¿De que hab...?

Pero no lo dejo terminar su pequeña mentira.

Aquí, donde hace casi dos meses volvimos a encontrarnos, aquí donde mi corazón volvió a latir, a sentirse completo, donde la primera sonrisa sincera en un siglo curvó mis labios tal vez reconociéndolo inconscientemente en aquel chico que "escuchaba historias de amor gratis", tomó su rostro entre mis manos y sus labios con los míos.

Hay tal vez un segundo de vacilación, o de sorpresa, justo antes de que sus manos me busquen también y Alexander se entregue completamente al beso.


POV ALEC

Un suspiro se me escapa cuando siento las manos de Magnus acariciando mis mejillas y sus labios sobre los míos. La sorpresa es reemplazada al instante por la necesidad, por el anhelo de volver a sentirlo, de besarlo. A veces todavía no puedo creer que, después de toda una vida sin él, ya no pueda vivir sin sus besos, sin sus caricias, sin su presencia.

Siento mis manos temblar mientras van, como imanes, inevitablemente llamados, a su encuentro. Me atrevo a dejarlas en su cuerpo y no en su rostro. Un cuerpo que en otra vida conocí seguramente mejor que el mío y que ahora es un mundo nuevo por descubrir, redescubrir.

O tal vez, como nuestras almas y corazones, realmente nunca dejamos de hacerlo.

Una de mis manos se aferra, tal vez demasiado fuerte, a su cintura, aunque amoldándose perfectamente, como si hubiéramos sido hechos para encajar siempre, incluso sin recuerdos.

La otra vaga entre su brazo, su hombro, un lado de su cuello...

El beso parece eterno, sólo la falta de oxígeno me dice que realmente el tiempo sigue pasando y nosotros seguimos vivos.

Intento decirle con cada beso, cada roce de labios, cada caricia de su lengua y la mía, con cada robada de aliento, que lo quiero, que quiero amarlo, quiero sentir el amor y no sé cómo pedirlo con palabras.

Eso es lo que me sucede, Magnus.

¿Cómo lo hice antes? ¿Cómo lo pedí?

¿Y cómo hacerlo ahora? ¿Cómo hacer que lo quiera nuevamente en esta vida?



CONTINUARÁ...

Alec no sabe cómo pedirlo 🙈

Dos cosas, respondiendo a sus comentarios. Sobre Rafa, no me he olvidado 😂 y sí va a aparecer, sean pacientes. Y sobre una primera vez malec en esta historia, quiero que sepan que en esta historia nunca haría una escena simplemente hard, si no la hice en la primera parte -aun cuando lo pidieron insistentemente-, no lo haré ahora, y más que la necesidad de una escena sexual -porque saben que no en todas mis historias las incluyo- creo que es la necesidad de Alec de conocer más a Magnus y conocerse más ellos. En fin, que si no quieren leerla, puedo hacerlo extra...

Tu corazón me siente (malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora