Día 55 (final)

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De repente, Alec se estaba riendo. Pensó que estaba esperando para estar seguro, pero esto era mejor, ya que todas las 
mejores cosas de su vida eran mejores que cualquier sueño anterior. Alec no lo sabía, pero al ver a Magnus lo supo de inmediato. Era tan dulce y tan obvio que así era exactamente como deberían  ser las cosas: ver a Magnus experimentar el instantáneo amor instintivo que Alec tenía con Max, mientras Alec aprendía con Rafael la  forma lenta, dulce y  consciente de amor que Magnus había aprendido con Max.
(The land I lost)

* * *

[Día 55 final]

POV MAGNUS

<<No lo sientas. Volviste. Estás aquí. Y Rafa también. Estamos juntos otra vez. Como...una familia.>>

Por supuesto sentí el momento en que mi hijo, mi pequeño brujo, mi Arándano, también despertó, pero mientras yo intentaba calmar a Rafa, mi Alexander -su corazón- volvió, el padre de mis hijos, ese que siempre amó incondicionalmente a Max, desde el primer momento, así como a mí me sucedió con Rafa.

Alexander tuvo que aprender a tratar a Rafa y yo a Max, mientras que con el pequeño brujito azul el amor surgió al instante para Alexander, lo mismo para mí y Rafa.

Recuerdo estar cantando una canción de cuna indonesia, mientras Alexander estaba fuera en una misión en Buenos Aires, cuando de repente un pequeño de ojos marrones y enorme sonrisa entró a la habitación, se aferró a mí y, como un digno cazador de sombras, robó mi corazón.

Del mismo modo que Max robó el de Alexander cuando sus ojos se encontraron aquel día en la Academia de Cazadores de sombras, así me sucedió cuando este pequeño intruso se coló en mi habitación y se aferró a mí, como atraído por mi luz, mi magia o, simplemente, mi corazón.

Lo había llevado después a una habitación, estábamos adornándola con magia, cuando Alexander apareció luciendo nervioso tratando de dar una explicación que no hacía falta: el pequeño ya era nuestro, como lo fue Max en cuanto estuvo en brazos de Alexander.


Recuerdo las palabras de Rafa cuando le pedí esperar mientras salía a hablar con Alexander y cómo se aferró a mí con fuerza:

<<No me dejes verte y luego me tenga que ir a la soledad de un mundo sin ti. Por favor, por favor, cuídame. Estaré bien, si tan sólo me cuidaras.>>**

Y qué otra cosa podía hacer si no prometérselo:

<<Silencio. No llores. Sí, claro que lo haremos, mi amor.>>**



-No había nada qué decir, mi amor, ya eras nuestro, de la familia -le susurró al bebé en mis brazos, mi nariz acariciando su mejilla. Él suelta una risita, sus manitas tratando de atraparme y otro coro risueño cuando beso ambas palmas. Sus deditos intentando aferrarme.

Vuelvo a la cama y ahí están mis hermosos ojiazules. Max en brazos de Alexander, a pesar de que ya no es un bebé, ya no es un niño, a pesar de que pasó un siglo, una vida, siguen encajando perfectamente y él sigue calmando instintivamente a nuestro primer hijo.

La cabeza de Max en el pecho de Alexander, seguramente escuchando su corazón, las manos de mi hermoso ángel frotando suavemente su espalda. Alexander voltea cuando me escucha, me encuentro con sus ojos y aunque no me ve, sé que me siente. Todo él, su corazón.

Sonríe cuando siente mi mirada y es hermoso, maldita sea. Mi vida, nuestra vida, él y yo, nuestros hijos, no importa el tiempo que pase ni las circunstancias. Ellos son lo que yo esperé cada día de mi vida.

Rafa sigue tratando de atraparme, sus manitas descoordinadas golpeándome, y sus risitas hacen que Max volteé también, sus ojos llorosos, las comisuras de ellos y de sus labios se arrugan cuando sonríe y extiende sus manos hacia el bebé.

-Hagan espacio para nosotros -les pido cuando estoy ya a un lado de la cama.

Alexander se mueve y Max con él. Rafa se va de buena gana a los brazos de su hermano, yo me recuesto al lado de ellos, Alexander está del otro lado, pero nuestras manos se encuentran sobre nuestros hijos.

-Te amo, Alexander -no puedo evitar decírselo.

El sonríe y es hermoso. -También te amo. Siempre lo hice y siempre lo haré, incluso si olvido cada vida, volveré a amarte. Y volveré a ti, a ustedes.

Y sé que lo hará. Siempre lo cumplirá.

Presiono su mano, no la dejo ir. Miro a nuestros hijos entre nosotros. Otras circunstancias completamente nuevas, pero el mismo amor.

-Duerman un rato más. Más tarde traeré comida, creo que podemos pasar el día en la cama. Después de más de un siglo, lo merecemos.





CONTINUARÁ...

Hola ✋
Perdón por perderme aquí 😞 -y en otras-, es por falta de tiempo no porque quiera abandonar a mis bebés 💔💔 espero que valiera la pena este capítulo, realmente me encanta la imagen de ellos cuatro juntos de nuevo 😭❤

**: Fragmentos de The land I lost ❤

¿Ahora si ya leyeron The land I lost? Porque los estoy llenando de spoilers 🙈 amé cuando Alec lo piensa justamente así: él tuvo ese amor a primera vista con Max y tendría que aprender a amar a Rafa, mientras que Magnus tuvo que aprender con Max y con Rafa se dio ese clic instantáneo 😭❤ tan hermoso. No sé por qué yo me imaginaba que Rafa también se sentiría protegido con Alec, que le pasaría como a Max que en cuanto lo abrazó dejó de llorar y, aunque sí, Rafa se sintió protegido, a quien quiso y confió ciegamente desde el primer momento fue Magnus; no me lo esperaba pero eso me encantó, ese detalle ❤

Oficialmente quedan cinco días en esta historia, gracias por llegar hasta este momento y espero darles un final digno 😭❤

Tu corazón me siente (malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora