Día 59

1.1K 164 147
                                    

Me gustan tus ojos, me gusta tu boca, me aloca. Me aloca el roce de tu piel, tu presente, tu ayer. Me gusta, me gusta todo, todo me gusta de ti 🎶❤


[Día 59, único]

POV ALEC

Catarina y Tessa han salido, creo que poco a poco, y creen que no nos damos cuenta, intentan darnos espacio, dejarnos solos como una familia –aunque sé que para Magnus y Max ellas lo son, que han estado más tiempo que yo, que estuvieron cuando me fui, y seguirán cuando tenga que irme de nuevo–.

Max y Esperanza han salido con el pequeño Rafa. Y sólo de imaginarlos, tres de las personas más importantes en mi vida, me muero de amor.

Sé que no voy a volver a ver y realmente puedo seguir así, puedo verlos con mis manos, sentirlos con mi corazón. Como se lo he dicho a Izzy, siempre habrá momentos en que esa vocecilla oscura intente derribarme, pero Magnus me está enseñando a amarme y aceptarme a mí mismo –que es algo que todos, no sólo yo, deberíamos aprender–, y sé que es un proceso personal, que soy yo quien debe hacerlo, pero no puedo negar que Magnus Bane me ha ayudado, que sin él no habría podido... Y recuerdo cada día, de nuestro primer trato, los primeros treinta días, cada palabra suya, cada parte de nuestra historia –que en aquel momento no sabía que lo era–, cada retazo de esa vida que me llega sólo a fragmentos –y esta bien, porque no se puede vivir del pasado, no dependo de lo que fui–, y no puedo evitar pensar que, aunque en circunstancias completamente diferentes, Magnus ha venido a salvarme en cada vida.

Lo siento incluso antes de que sus manos se posen en mis hombros y se arrastren hacia mi cuello, su presencia a mi espalda, y su voz sobre mí. —¿Qué piensas?

Recargo mi cabeza en el respaldo del sofá y abro mis ojos –él me conoce tan bien que sabe que no dormía–, llevo mis manos hacia arriba, hasta que dan con su rostro y lo arraigo hacia mí. Es un beso incómodo y breve, pero no deja de ser perfecto.

Dejo que mis labios se froten suavemente, igual que la punta de su nariz y la mía, con los suyos antes de suspirar y dejarlo ir.

—Me gusta tu forma de besar –siento la forma en que sus manos vacilan sobre mí, obviamente no entendiendo mis palabras–, porque incluso en los momentos más difíciles o más llenos de pasión, siempre has sido dulce conmigo, porque eres cuidadoso, como si con tus labios quisieras curarme completamente. Porque dices tanto sin palabras...


POV MAGNUS

Tengo que parpadear para alejar las lágrimas que se han formado aunque no entiendo la razón, y obligar a mis manos a obedecerme de nuevo. Dejo una sobre su hombro mientras doy un rodeo al sofá para ir a sentarme a su lado.

Una de sus manos se posa sobre la mía y la otra se estira, buscándome, las entrelazo también cuando me siento a su lado. —Me gustan tus manos, que me sientas, sentirte... Aquellos primeros días, desde el primero incluso, cuando me ofreciste tu mano en un saludo, se sintió correcto. Yo no sabía que un simple gesto, como dar la mano a otro, podía hacer que el mundo pareciera encontrar su rumbo...que girara distinto...

—Alexander, ¿qué...?

Sus ojos, esos ojos azules que expresan tanto aunque él no lo sepa, me hacen callar.

Deja una de sus manos recorrer mi rostro, apenas rozando, sus dedos casi flotando sobre mi piel. —Sabes que yo veo así, es más que sólo tacto para mí. Puede ser absurdo, no lo sé, pero pienso que tú también puedes sentirme. Cuando hicimos el amor, la otra noche, fue especial, fue perfecto, pero me di cuenta que no era la primera vez... Y no, no me refiero a la vida anterior, no era sólo porque mi cuerpo te recordara, no era, como dice la canción, porque tu piel y mi piel se reconocen; me refiero a que, Magnus, me has amado desde el primer día sin que yo lo supiera...


Tu corazón me siente (malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora